lunes, 25 de noviembre de 2013

El museo de la inocencia

Ya me voy cansando de encontrar medias y blusas.
Es más la reacción de una madre o un padre que va recogiendo el desorden.
Nunca te gustó que doblara tu ropa interior. Ahora la doblo y la guardo.

Dejaste 2 limas de uñas, 1 alicate y unas revistas de farándula en tu buró.
Lo que más me derrumba es tu gorrito para cuidarte el cabello en la ducha.
-Es que no me atrevo ni a tocarlo-
Recuerdo lo linda que te vez con esas manchas de guepardo, emperatriz africana...
(¿recuerdas cuando volabas?)
Pajarito
Especie de Cleopatra achinada.

Por más...  Sabina no se calla y canta y le da vida a mi museo...
El silencio es una cosa de valientes

Recuerdo el día que te regalé por segunda vez El Museo de la Inocencia
Lo dejaste en algún vuelo a México
Hacía mucho que te habías convertido en la fanática boricua más empedernida de Pamuk
Nieve
Me llamo Rojo
Y por supuesto... Estambul
Esa, nuestra guía en el Bósforo... y en los adoquines de la Mezquita Azul.

La casa ahora es un bello museo
De lo que ya no es y no será

Una casa sin ti es una oficina, dice Joaquín y mira que te lo dije...

Y sin embargo... estamos vivos y respiramos. Y gracias a Dios el corazón sigue latiendo y no pierde la fe.

Gracias.

Vivirás en tu museo, en la cajita... siempre en mi.



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