jueves, 27 de agosto de 2020

El tiempo que no fue

El tiempo que no fue
La razón del pasado
una pausa precisa en el ocaso
La duda del mañana
crepúsculo adverso en plena madrugada

El tiempo que no fue
ayer del mañana
Estigma del día venidero
La hora sin fin
minutos silentes que se repiten

Naturaleza muerta
-o viva, da igual-
es el tiempo que no fue
que no nació
pero que existe
como la condición atemporal del viento
o el vaivén de una vela apagada
en la penumbra de cada amanecer

Tiempo
¿qué hicimos?
si nada fue
Un abrir y cerrar
¿de ojos?
Tiempo que no fue
Mirar y mirar
¿atrás?

Seguimos aquí
con las manos llenas
Presenciado la nada
El ocaso del minuto muerto
La esfinge hecha de nubes
La perpetuidad del cielo

lunes, 17 de agosto de 2020

Viven en mi

 
Viven en mi
a medianoche me dominan
nos abrazamos
nos miramos
largos y profundos minutos
y juntos
disfrutamos Navidades
cumpleaños
Madres, Padres
paseos y viajes
todas esas fiestas que me perdí
que no tendré.


Mi hijo corre
juega y se divierte con sus primas
beso la frente de mi abuelo Chapis
siento en mi mejilla
el bigote firme de mi abuelo Lalo
mis abuelas me miran con esos ojos
pispiretos y orgullosos
Vestimos ropas hermosas
las copas se llenan solas
las comidas monumentales y deliciosas
que salen de las cazuelas gigantes de barro
se sirven en mesas larguísimas
y hablamos
hablamos mucho
escuchamos boleros
Gabo va de mano en mano
de falda en falda
y camina agarrado de las manos de sus primas


Viven en mi
en mi se pierden
a lo lejos
cuando escucho el camión de la basura
y sé que son las cinco y media
y trato
en vano
de tocar una vez más sus manos
y enumero las fechas que se vienen
en las fiestas venideras
que no tendré
pero saboreo y me preparo desde ahí
para recibir
a mis invitados una próxima vez
y doy gracias a Dios
por que viven en mi
y en mi crecen
y han hecho su casa
entre los espacios de mis ojos
entre las grietas de mis orejas.
Aquí están. Bienvenidos.

sábado, 1 de agosto de 2020

Peter Pan en San Juan

Persigues tu sombra
frenas
avanzas
te agachas y brincas
Haces como que vuelas
corriendo pegadito a la pared
con un ojo fijo
a tu silueta
y me pareces
como un Niño Perdido
que eres
una versión caribeña
de Peter Pan.

Ayer jugabas con las olas
-olas de tormentas-
-olas que no debimos probar-
pero ahí estábamos temprano
tú y yo sin testigos
caminabas hacia el mar enfurecido
como si vinieses de ahí
como un alma que no conoce el riesgo
que no sabe de miedos
y te alzaba con las manos
cabalgabas las olas
para luego corretearlas
y volver entonces a caminar
hacia el oscuro azul
y jugar sin límites
y ver cómo eres uno con la naturaleza
tus piecitos probando la textura de la arena
como te picaba el pasto
ese verde punzante costero
y yo te ponía entre medio
sin escapatoria y llorando
pero te recomponías
y te ponías de pie
dominando paso a paso
tus pasos sobre el jardín
para encontrar
sorpresivamente
-y fuera del contexto de tu pared-
a tu sombra
y mirarla entonces
hacerte gigante
hacerte enano
deformar entero tu cuerpo
para luego volver
y presentar a tu eterno testigo
de los pasos que darás en esta tierra.