martes, 24 de noviembre de 2015

Tus ojos


Quiero hacerlos ver
lo que no han visto
Mirarlos ver hacer vida

Observarse en el espejo
Verse hacerse viejos
Pero sin cambiar
a la vez, contra el tiempo
Tan naturalmente honestos
Despiertos
Nunca ajenos

Esos ojos
Tus ojos
Mirarán algún día
una mujer feliz
y completa

Y yo estaré ahí
también
Para despertarlos con besos
(de Princesa)

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Aquí los dejo con Silvio y Calle 13:

Cuando amanece tu lindura
Cualquier constelación se pone insegura
Tu belleza huele a mañana
Y me da de comer durante toda la semana

Tus ojos hacen magia, son magos, los abriste
Y ahora se reflejan las montañas en los lagos
La única verdad absoluta
 Es que cuando naciste a los árboles le nacieron frutas


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Andrademente

En la cocina de mi abuela se guisan suculentos secretos, se adoban anécdotas, se tuestan costumbres… y hasta se reparten -gratis- consejos para llevar.

Siempre con el viejo radio de fondo, se ponen a hervir las penas en baño maría -de lágrimas, por supuesto- y se re-calientan amores y sueños, en grandes cazuelas de barro.

Los Andrade no hablamos mucho. Hacemos. No decimos. Quizá el calor de los fogones nos afloja un poco, nos calienta la sangre… y un vinito o un tequila terminan la tarea y la lengua avanza.

La gran mayoría de las conversaciones más difíciles y complicadas de mi vida las he tenido en esa cocina, o en la de mi madre (ella es muy Gress, pero ese espacio y esa rutina es totalmente Andrade) y las recordaré toda mi vida.

Imagino a mis hermanos en sus casas, en sus vidas. También a Maru en su cocina impecable. Somos todos víctimas del mismo síndrome. Hasta mi Padre, en su casa ‘nueva’ –que yo he visitado más que 3 veces en 8 años-, si hay que hablar me llama a la cocina y cierra la puerta y las palabras salen y los corazones se ponen a punto.

En las cocinas Andrade se fríen silencios y se refrigeran pasiones. Es así.

Andrademente, en serio. Andrademente, en silencio.

Hace un par de semanas, le comenté a mi abuela que tenía mucho trabajo, que tenía muchos pendientes en la oficina. Ella me escucha y luego se ríe, y me dice: “Ay mijo, lo bueno es que eres Andrade, y los Andrade no se cansan”. Y recordé a mi abuelo, a mi padre, a Maru, a mis hermanos, y es verdad.

En esa cocina no sirven consuelos, solo realidades.

sábado, 18 de julio de 2015

Alegría

Siempre la he querido
pero nunca la tuve
de vez en vez la tomo prestada.

He amanecido antes
con otros misterios, pecados y virtudes.

Pero, desde que duermo contigo
despierto alegre.
 

He mirado
contemplado otras bellas durmientes
un acto más por compromiso
que por amor.
 

A ti te miro dormir con una sonrisa
a ti te miro
y soy feliz
 

Tres regalos me has hecho
tres guías
formas de vivir
una vida buena a tu lado:
no juzgar
no pensar en lo que aún no pasa
ser feliz.


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Para que sigas ensayando tu infinita alegría.
Haremos un party cuando te la aprendas completita...

 

domingo, 21 de junio de 2015

La nave del olvido o un sueño de amor

Mintiendo, mintiendo... mintiendo he llegado a la verdad. Cantó esa negra loca, y yo ya me sentía como en casa.

Le susurré a Diana que Buika y yo podríamos  ser grandes amigos.

La tarde había sido un espacio perfecto de decisiones atinadas: fútbol, cerveza, comida árabe, caminar de la mano con ella por los jardines y pasillos de la UPR hasta llegar al Teatro.

Un albariño frío, saludar un par de conocidos y sentirme dichoso -y agradecido con Diani por estar ahí y por no permitirme ir en t-shirt marinera y boina verde-

Una rumbita flamenca y reconocer la calidad de los 3 músicos fue la señal que faltaba, la tarde era estupenda. De pronto, salió la negra hermosa con su risa colosal. Y la tarde era una fiesta.

Buika bautizó el escenario con whisky o ron, a lo Santero. Durante todo el concierto imaginé estar bebiendo con ella.

A la cuarta canción ella fue un instrumento mágico que jazzeaba. Fue bajo, fue trompeta, fue piano... y Diani la miraba como se mira la locura.

Hubo algo de Chavela, como siempre. Algo de Jose Alfredo también.

Y cerró con La nave del olvido. Flamenquito rico y jazzeado.

Mira
mama
yo tengo guardado un sueño de amor
pa ti
pa mi
pa ti

Espera un poco, un poquito más... para llevarte mi felicidad.

Como dijo Buika ayer: A partir de ahora, las penas se bailan.

Nos fuimos a Casa, y la negra se fue a Culebra a nadar desnuda en el mar.

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martes, 16 de junio de 2015

Fito y el pez Onetti

Llevo 2 días soñando con un pez. Un pez llamado Juan Carlos Onetti.
¿Cómo lo sé? Él me dijo su nombre.
El sueño lo arrulla Fito, interpretando apasionadamente Meu bem, Meu mal de Caetano.

El pez tiene el ojo izquierdo más pequeño que el derecho. Unos círculos negros, gruesos, rodean sus ojos.
Una especie de aurora -que aparenta ser unos pequeños espejuelos- marca esos ojos de pez... pez sin vída, pez que lo ha visto todo.
Pez testigo.
Pez prisionero.
No de la pecera... él escogió estar ahí, casi como si hubiera construido esa pecera para reinarla... dueño, amo y señor de lo que mira y lo mira todo.

Juan Carlos Onetti come peces menores.
De mañana y noche.
No es el pez más grande de la pecera.
Todos los demás le temen y lo veneran.
En una especie de pacto, ellos mismos eligen al sacrificado, y del grupo en el rincón de la pecera, emerge un pez menor... nada lento hasta quedarse frente a Juan Carlos Onetti.
Éste abre inmensamente sus ojos y su boca, y traga entero al pez menor. Nunca pestañea. Todo lo mira, todo lo sabe.

Me despierto. Voy a la cocina y miro al pequeño Lua. Ya hasta lo quiero... pero ese pequeño pez no sabe nada. 

Luego vuelvo a la cama y te miro, Diana, y empiezo a tararear Meu bem, Meu mal. 

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Você é meu caminho
Meu vinho, meu vício
Desde o início estava você

Meu bálsamo benigno
Meu signo, meu guru
Porto seguro onde eu vou ter

Meu mar e minha mãe
Meu medo e meu champanhe
Visão do espaço sideral

Onde o que eu sou se afoga
Meu fumo e minha ioga
Você é minha droga
Paixão e carnaval

Meu zen, meu bem, meu mal

domingo, 10 de mayo de 2015

El hijo de mi madre

Pensaba escribirte un poema y dejártelo por aquí, para nosotros. Luego pensé en contarte algo lindo:

El otro día -en una reunión de trabajo- nos pusieron un vídeo. Entrevistaban a niños y les preguntaban ¿quién era la mejor mamá del mundo? Todos, respectivamente, dijeron claramente que las suyas. Luego, entrevistaban a sus mamás y les preguntaban ¿qué significaba ser madre? Todas respiraron profundo, y con gargantas apretadas, no tuvieron palabras casi para describirlo.

Luego, a esas mismas madres, les preguntaron ¿para ti, quién es la mejor mamá del mundo?  Todas contestaron que las suyas.

Creo que fui el único en todo el salón que no lloró o al menos que no tuvo una reacción visiblemente emocional.

Tuve una claridad envidiable. Una sonrisa grande, era el reflejo de mi felicidad total... no importa lo que pase, ni lo que viva, la respuesta a esa pregunta siempre serás tú.

Todo ese día estuve pensando todo lo que eres y significas para mi, y como las mamás en el vídeo, fueron tantas y tantas palabras, tantos pensamientos... que el resultado fue un feliz silencio.

A veces, cuando alguien me pregunta quién soy yo, contesto en mis adentros, 'Yo soy el hijo de mi madre'.
Te amo.

***Para ver el vídeo: http://www.elnuevodia.com/videos/estilosdevida/hogaryfamilia/quepiensasdetumama-166023/