Estas líneas las escribí en mi corazón en el momento en que percibí tu presencia. Ahora tengo la tranquilidad de poder transcribirlas.
El
anuncio de tu llegada ha llenado nuestros corazones de una gran alegría y un
gran amor hacia ti Bebé. La semana pasada tuve el regalo y la oportunidad de
retirarme para meditar. Pedí a Dios mucho por ti y tus papas. Pedí porque
tengas un mundo maravilloso, que la salud
sea una constante en tu vida, que tu sonrisa y tu bondad nunca se apaguen, que
el amor y la luz que hay en ti estén en continuo crecimiento.
Se que
todo esto será posible porque tienes unos papas maravilloso y mucha gente que
te amamos y estaremos siempre a tu lado.
El
saber de tu llegada y la llegada de Isabella y Sofi me ha dado tanta vida.
Quiero jugar contigo, comer helados juntos; quiero enseñarte algunas cosas
y aprender mucho de ti.
Quero
que sepas quien soy yo. Yo soy Marucita o Maru o el Chapulín, como tu quieras
decirme. Soy la hermana de tu abuelo Juan Antonio y la hija de tus bisabuelos
Chapis y Marisa. Tengo 25 años de compartir mi vida con un hombre maravilloso
que es el Chix o Christoph o mi otra mitad; vivo en un país en donde la
naturaleza es hermosa y en invierno hay mucha nieve. Estoy segura que un día vendrás
a jugar con ella.
Los
libros son un gran alimento para mi, las flores me maravillan, el álgebra y la lógica
matemática me regocijan, soy viajera sin ser turista y el vino me apasiona. Me
gusta ocuparme mas que preocuparme, mi fe me embellece y mi familia, que es la
tuya también, me engrandece y enorgullece. Bienvenido a esta familia.
Hace
unos días vi en cuadro en el museo de bellas arte de Santiago de Chile e
inmediatamente pensé en tus maravillosos papas. Me dije “si de alguna manera
pudiera definir esa hermosa pareja, lo haría con este cuadro”. Este se llama
Color, Letra y Poesía y la sala: El Texto, El Libro, la Palabra.
El
color es tu mami, es una mujer que sin importar donde esté pinta la vida con
bellos colores, la letra es tu papa ( yo soy su gran admiradora) y la poesía
eres tu Bebé.
Gracias
por venir a nuestras vidas.
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