Mi mamá en NY. Mi papá nervioso por el Super Bowl. Dany perdida en DF. Don T en algún lugar con Ana. Mis abues en su casa. Marisa haciendo la compra en el mercado. El Chapul haciendo las maletas para escapar del frío. El Huevo en la boda de su hermano. Sil y Doc en UK, soportanto el Top Gear. Miguel comprando carreola y haciendo memoria de cómo cambiar un pañal. Iván o en la piscina o tocando el cello. Edgar en Stanford. Wi en el Viejo San Juan celebrando el cumpleaños. 'O' en su clase de francés conversacional básico...
Yo me niego a hacer algo (ya fui al gym, ojo) y 'No god but God' no es suficiente. Un mediodía puede ser larguísimo y convertirse realmente en la mitad de un día. Tengo ganas de Cernuda, o de Pessoa. Pero O me lo tiene prohibido porque luego le cuesta sacarme del lado oscuro. Decidí ir a la ducha, y mientras me enjabonaba el pelo canté a todo pulmón 'Las llaves de mi alma', y recordé al 'Chente' y me dio gusto ser mexicano. (Un tándem terrible, creo que Cernuda y Pessoa no son tan mala idea después de todo...)
Volveré a Reza Aslan, a tratar de entender la Revolución Islámica y el por qué el Mundo Árabe está tan turbio. Merkel y Cameron critican el multiculturalismo mientras mi realidad multicultural me confunde y me da una inmensa paz.
Los Tacvbos me hacen compañía:
Ya está... el antídoto para mi Medio Día resultó ser Caetano Veloso y un tazón de Honey Bunches of Oats.
ResponderEliminar¿Me invitas? Ya sabes que puedo comer cereal todo el día y llorar con Caetano, aunque creo que ese también te puede meter en el lado oscuro. ¡Te quiero Huevo!
ResponderEliminarHuevo, tú eres de los pocos que nunca, nunca, nunca han necesitado invitación. Te quiero.
ResponderEliminarPadre.
ResponderEliminarLa verdad... qué largos son los medios días.
Larguísimos hija. Te adoro.
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