Ya casi nos subimos al avión, y hay muchas cosas que deseo, muchos sueños que se cumplirán en breve... debería estar pensando en mil cosas, pero no entiendo por qué razón, unos poemas me persiguen:
El primero es uno de mis preferidos de Neruda, y dice: "Mi alma es un carrusel vacío en el crepúsculo".
En Crepusculario, luego de ese 'haiku', recuerdo que venía un poema que luego yo se lo transcribí a mi hermana, Daniela, en algún cumpleaños nuestro y que me trajo muchos recuerdos:
Hoy que es el cumpleaños de mi hermana, no tengo
nada que darle, nada. No tengo nada, hermana.
Todo lo que poseo siempre lo llevo lejos.
A veces hasta mi alma me parece lejana.
Luego, y finalmente, viene uno de Rilke, que dice:
Again and again, however we know the landscape of love
and the little churchyard there, with its sorrowing names,
and the frighteningly silent abyss into which the others
fall: again and again the two of us walk out together
under the ancient trees, lie down again and again
among the flowers, face to face with the sky.
Así me voy de vacaciones, así regreso, vuelvo, a México.
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