domingo, 8 de mayo de 2011

¿Quién me ha robado el mes de abril?


Mayo comenzó con un yo satisfecho, alegrísimo. Un escritor de best seller escribiría: realizado.

Me da miedo la responsabilidad de esa palabra. El peso. Será que solo un irresponsable es capaz de adjetivar a alguien así, y decir: 'era un hombre realizado'. Juego de dioses.

Lo que sí, es que me permití un respiro esta semana. Celebrábamos el 5 de mayo en un restaurante árabe, tomando whisky y comiendo botanas del Medio Oriente. Ahí, O le preguntó a A, si me podría conseguir una entrada VIP para asistir a un conversatorio donde compartirían sofá y micrófono Juan Cruz y Santiago Roncagliolo. Santiago me entusiasma (a veces) pero Juan... Juan realmente me mata. No importa si es una entrada en su Blog (Mira que te lo tengo dicho), una reseña de algún libro, una corresponsalía, alguna entrevista a algún titán de la literatura universal. Una corta poesía. Da igual, el periodista canario tiene el don de derretirte con un par de palabras.

Nada es imposible para A, ella tiene acceso a cualquier persona en esta Isla. Un mensajito y ya estuvo, iríamos al conversatorio.

Aquí, que apenas hace 2 años que existe un festival (totalmente corrupto) donde asisten escritores de 'renombre', cualquier evento literario es tan raro como la nieve. Yo me entusiasme mucho y les avisé a los chicos que llegaba al mediodía a la oficina, que me disculparan.

Es curioso. De por si a los escritores no les agradan los conversatorios, aún menos los improvisados. Además, cuando los escritores son forzados a ir a Universidades que no conocen, porque así lo estipulaba el contrato (del que no tienen copia), lucen más hartos y más perdidos.

Estoy seguro (es que me lo imagino) que cuando recibieron el email donde los invitaban al Festival de la Palabra, en San Juan, no lo dudaron... Caribe, salsa, sol, playa... y es que todos los escritores son tan blancos (nunca les da el sol) y a todos también les encanta la gorra y el cacheteo, por que sobreviviendo y comiendo de gratis fue que pudieron terminar las obras que les dieron fama. Al memos los escritores latinoamericanos en el exilio español.

Juan Cruz nunca llegó. Lo sustituyó una escritora uruguaya, muy amable. Los escritores parecían 2 pescados acostaditos en el aparador del mercado, sus sillones la cama blanca con escarcha de hielo. No entendían nada. Y sonreían nerviosos cuando el Rector de la Universidad los llamaba (a diestra y siniestra) 'amigos'. Según el Rector, él tenía una muy buena amistad con ambos. Los ojos de los escritores demostraban lo contrario.

La hora y media que duró el conversatorio me sirvió para reflexionar sobre las últimas semanas. Como se hablaba de todo, menos de literatura, yo me adentré en mi.

Recordé una tarde exhausto, asfixiado de estrés y de calor, yo en mi auto, manejando, enfundado en un traje gris... sin mucho dormir, con demasiadas presiones, y de repente apareció Sabina con su ¿Quién me ha robado el mes de abril?. Y cuando cantaba lo del hombre del traje gris y su calendario de bolsillo... se me salieron un par de lágrimas, no sé por qué.

Abril fue centelleante. Me dejó el mejor de mis cumpleaños, rodeado de personas extraordinarias, y unas enchiladas verdes exquisitas.

Aquí el maestro Sabina. ¿Quién me ha robado el mes de abril?

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