viernes, 17 de junio de 2011

Rach 2


Recién encendía el coche. Y la vida me golpeó fuerte, con su gran palma abierta, para recordarme que las circunstancias y la fortuna existen y se presentan de formas misteriosas.

No más encendía el coche y la radio nos regaló el Concierto para Piano No. 2 de Rachmaninoff. Yo ya tenía la cabeza saturada.

O también me sorprendió y me preguntó: ese es Rachmaninoff, no?

Yo me reí, y me adelanté a decirle: Sergei Vasilievich; pero ella terminó de pronunciar el 'ich' y completando a dúo el Rachmaninoff.

Yo me siento tonto. Ella cree que es un 'great achievement' conocer el nombre completo de Rachmaninoff. Yo solo pienso que eso no vale un comino… que si yo le enseñé eso, ella me enseñó a ver del otro lado del espejo, a reír sin miedo...

No sé quién lo dijo, y perdónenme si me lo estoy inventando acá, pero creo haber escuchado o leído que existen en el mundo dos tipos de personas, las que prefieren el Rach 2 y aquellas que gustan del Rach 3.

La radio tocaba el Rach 2 y resulta que yo soy un loco perdido enajenado de esa pieza. Y me la sé nota a nota, y hasta distingo sin esfuerzo quién la interpreta, si es Kissin, o Lang Lang, o Rubinstein, o Vladimir Ashkenazy y por supuesto (la más fácil) si es el mismo Sergei.

Salíamos del 'rehearsal dinner' de nuestros queridos amigos que se casan mañana. Yo ya venía meditabundo desde temprano en la tarde… cuando recordé que yo no conocía ni al 90% de las personas que fueron a mi boda… que ni siquiera me acuerdo dónde fue, que ni siquiera sé dónde es el lugar en que me casé…

Y a aquel que lea esto y esté pensando 'a este tipo lo que le urgía era subirse al altar'. La respuesta es No… yo ni siquiera creo en el matrimonio, como no creo en muchas otras cosas…

Creo que hay personas que nacieron para ser futbolistas, otras que nacieron para tocar el piano (tocar el Rach 2), otras para ser médicos, abogados, sacerdotes… y en esa misma línea aquellos que de verdad nacieron para casarse.

En mi pequeña oficina todos somos hijos de padres divorciados. Yo creo en el amor, creo en la fe de uno mismo, la fe a algo más grande que siempre te acompaña. Yo nunca dudé en casarme, y lo hice feliz… Mi boda fue una linda boda, y miro las fotos con nostalgia y cariño. Yo me casé el día que le dije a O que la quería para siempre. Me volví a casar cuando me mandé mudar y aterrizé a sus pies, con dos maletas. Yo creo en mí, y creo en O, si a eso hay que ponerle un sacerdote de frente pues me caso y ya está.

Las palabras de mi abuela Marisa (siempre sabia) me ayudan a darme a entender acerca de mi teorema de que no todos deben casarse. Cuando me casé, ella me dijo: 'Hijo, recuerda que el matrimonio es como una planta, lo tienes que cuidar todos los días… le tienes que dar su alimento, protegerlo… la plantita se va a querer morir algún día, pero tú no la dejarás… estar casado es un trabajo a tiempo completo'. Quién se anima?, quién se atreve a desmentir?

Bueno. La boda de mi amigo se cruza con noticias familiares, de las cuáles será mejor que hablemos en otra ocasión. Pero al parecer habrá mucha pachanga.

Qué si yo nací para casarme? No lo sé, supongo que la planta sigue muy viva y uno procura todos los días mantenerla y no sólo eso… sino hacerla crecer, que al final tengamos un jardín, una floresta.

Por lo pronto, es viernes en la noche, yo no he visto a O, pero riego la plantita desde la distancia… En horabuena a aquellos que buscan y encuentran a la elegida.

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No creo que haya mucho que dudar… hoy nos vamos con Sergei interpretándose a él mismo, una grabación que me enloquece y que la falta de haigh definition, los ecos, los zumbidos de una grabación tan antigua… creo, le dan un plus. Disfruten el primer movimiento del Rach 2. (Cuando yo lo escucho, me imagino legiones de soldados, veo la historia del Siglo XX pasar ante mis ojos…)

1 comentario:

  1. Lalo, en tu mente siempre ha habido tantas preguntas y a la vez tantas respuestas... eres tan tú....
    Yo no sé si tu naciste para casarte o no, tampoco sé si alguien nació para eso...lo que si sé es que Dios no hace nada al azar, y ha creado la polaridad para darnos la oportunidad de hacer magia, de crear, de acercarnos a Él. Y ahí está el secreto, una pareja debe estar unida por algo muy elevado y tu y Ody lo están... llámale como tu quieras...para mí es Dios...
    Tqm. Mamá

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