martes, 5 de julio de 2011

Costumbres




Soy un ávido lector de biografías. Aunque, de ser posible, prefiero las autobiografías.

Si no las hay, busco las biografías a varias plumas, varias voces, plurales, o muy cercanas a la persona insigne, si no… me fijo muy bien en el periodista, o en el historiador o investigador que la escriben.

Recuerdo que cuando era muy joven las procuraba mucho... entre las que leí, recuerdo varias muy importantes para mí: Maquiavelo, Hemingway, Chopin, Edgar Allan Poe, Hitler, Stalin, Julio César, Pancho Villa, Octavio Paz, Mozart, Julio Verne, Einstein… entre varias otras. Es una pasión muy grande, que todavía conservo y trato de engrosar.

Hace un par de años, fui con O a México, al cumpleaños de mi papá. Yo llevaba para darle de regalo una biografía de Vince Lombardi, una figura importante para él.

El mítico entrenador de fútbol americano, es artífice de frases emotivas, electrizantes, muy utilizadas por los americanos para la motivación en la cultura del deportes y… en el ámbito empresarial, profesional. Mi papá tiene en su oficina varios afiches que Dany (sobre todo ella) Juan y yo le preparamos en alguno de sus cumpleaños.

Ese día en el restaurante, yo le entregué a mi papá el libro, gordo, claramente utilizado, envuelto en papel periódico (creo) y la cara de él y de otras personas denostaba una mezcla de sorpresa y decepción.

En cualquier regalo siempre hay detrás una historia. Mucho más en un libro.

Si ese libro estaba tan gastado, tan maltratado, era porque lo leí apasionadamente, varias veces… y en cada palabras, cada página me acompañaba mi papá, su cara, su sonrisa, su furia, su energía… yo no me sentí mal… yo le entregué a él lo mejor que tenía, un pedazo de algo que sin él saberlo habíamos formado los dos. Me gustaba sobre todo mirar la foto de la portada, pues será que no lo veo tanto, pero en las facciones de Lombardi encontraba las de mi padre, al menos su sonrisa, su mirada...

Además está el título: 'When Pride Still Mattered' (algo así como 'Cuando el orgullo aún importaba') que me hacía también pensar muchísimo en él...

Luego de unas semanas tan singulares, de tanta confusión… volví al gran Nelson Mandela.

Curiosamente, el 18 de este mes, en tan solo unos días cumple años… 94 si no me falla. Me encanta esta autobiografía, titulada "Long walk to freedom". Un texto tan honesto (incluso en temas difíciles para Mandela, como la familia, sus matrimonios, etc…) y en tiempos difíciles recurro a ella para tener ejemplos, palabras, imágenes… para tatuarme en la cabeza que las dificultades de uno son una tontería, y que hay gente que aguantó de verdad, y que pese a todo impusieron su voluntad y cambiaron la vida de millones, de países, de naciones…

Recuerdo en algún salón de dominó en Ciudad de México. Conocí a un genio perdido por las drogas, fuentes verídicas indicaban que él se carteaba con Mandela en los 80's… le invité unas cubas junto a M y nos contó historias curiosísimas…

También está O. Como siempre. Ahí para hacer su magia. El otro día caminó como niñita, escondiendo las manos detrás de su espalda baja, pero se veía a leguas que algo traía -literalmente- entre manos. Era un sobre blanco. Me dijo que tenía un regalo para mí y me dio un beso.

El regalo era una linda tarjetita de Valentines Day (me dijo que no le hiciera caso a eso) y que lee en su portada:

I LOVE U
more than
CHOCOLATE
dipped in
CHOCOLATE
with
CHOCOLATE
drizzled on top…

(lo que dice dentro no lo puedo decir, es uno de esos códigos que existen en el amor y en las tarjetas, y yo me tomo eso muy en serio…)

Yo sé que a ella no le gusta el chocolate. Ella es más bien de fresa. Pero me derritió…


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Y ahora en la parte musical, me salgo mucho de los temas que traté en esta entrada… pero, como dato curioso: O y yo fuimos a otra boda este fin de semana, de dos lindas personas también. Después de horas de alcohol, ya en el 'after party' en casa de un amigo de L, estábamos la familia cercana de la novia (L), ella y el ahora esposo, Rossy, Cristy, O y dos amigos escoceses, de Edimburgo.

Pero L, Rossy y sobre todo el papá de L y yo estábamos con ganas de cantar canciones mexicanas… y quién mejor que Juan Gabriel. Con sombreros 'mexicanos' entonamos 'Costumbres' y fue una de las que mejor nos salió el sábado por la noche y en honor a eso, aquí está:

Háblame de ti
Cuéntame de tu vida...

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