domingo, 30 de enero de 2011

Mount O


'The English Patient' siempre ha tenido un significado muy especial. La he visto muchas veces, en muchos sitios, pero en especial recuerdo una noche en el 'depa' junto al Potomac, con Sil y Diana, cuando vimos la película en pijama y con chocolate caliente.

Yo recordaba la tenue fijación, la sencilla adoración del 'Paciente' con el cuello de 'K', al que llamaba tiernamente 'Mount K'.

No tengo idea cómo se llaman los huesos que delinean los omóplatos y forman una 'V' antes del cuello. Lo que nunca olvidaré es una frase del 'Paciente' al respecto: 'The neck of K can never be something not in my mind'

Esa noche supe que yo quería hallar mi 'Mount K', desesperadamente lo anhelaba. Sin saber que en otro lado del Potomac, esperaba paciente mi montaña.

O me ha dado todo y en ella todo existe. En ella hallé el 'Mount O'. Mi lugar preferido en todo el Mundo… montaña que nunca me canso de escalar, monte sagrado donde todo tipo de inspiración divina me acontece.

No me esperen, no me llamen, que me dispongo a subir por la cara norte y no volver a descender nunca más...

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Una cancioncita en honor a mi hermano, al mítico Don T que ya pronto le toca aparecer en este espacio...

miércoles, 26 de enero de 2011

Los Des-Terra-Dos

Ser mexicano, es ser inmigrante. Incluso en el propio México. Mis padres y mis hermanos, muchas veces fuimos inmigrantes. Fuimos 'chilango'-norteños, 'chilango'-costeños, 'chilango'-yucatecos y al final ex-'chilangos' que regresamos a Chilangolandia, para luego convertirnos de nueva cuenta en 'chilangos' 100% 'chilangos'…

Las figuras de dos personas cercanas y 'migrantes' marcaron mi realidad ante el tema, durante 23 años. Por un lado mi Tío Lalo, 'El Chino'. Por otro, mi Tía Maru; 'La Chapulín'. Creo que solamente los vi juntos una vez. Un viaje de mi Tía y 'El Chix' (mi querido Tío Christoph) a Pachuca, cuando 'El Chino' vivía ahí, y mis abues iban todos los fines de semana.

Si bien ellos se conocen, desconocen que en estos 3 años y medio acuden a mí, casi a diario, sin 'deberla ni temerla'. Sus historias me sirven para tomar fuerza, y he pasado incontables horas imaginándolos hace 25 años cada uno comenzando su historia en países y circunstancias tan diferentes.

Imagino a la 'Chapul' jovencita, siendo una pieza exótica, estudiando durísimo, aprendiendo idiomas complicadísimos, deslumbrada por ciudades, museos, enamorada de un suizo exquisito. Me imagino a la 'Chapul' extrañando a su familia, en momentos de soledad donde no hay ningún hombro, ni una palabra elegible que consuele. Además, rodeada por montañas heladas, y sus pequeños piececitos hundiéndose en la nieve. Pero ella sigue siendo especial, y ha construído tanto al lado del 'Chix'.

Pienso en mi 'Chinito',  en un país que está tan cerca, pero que es la entrada a otro mundo. Me pregunto cómo habrá sobrevivido, dónde vivía, qué comía… Armo el rompecabezas de su vida según mi abuela, según sus hermanos. Estoy seguro que ese rompecabezas es poco preciso. Ahora lo veo con Mary, tan contento y feliz. Con una familia divina.

El nivel de orgullo y cariño que siento por los dos es inmenso. Cuando todo falta, pienso en ellos y sigo caminando.

Cuando estamos lejos, la familia solo se entera de lo bueno. Lo malo, se convierte en un tesoro que solo nosotros conocemos, y que por el simple hecho de vencer adversidades y haber 'sobrevivido', guardamos celosamente.

Ahora cuando es el Día de las Madres, el cumpleaños del abuelo, de la abuela, Navidad o Fin de Año, pienso en la 'logia' secreta que, sin querer, formamos 'El Chino', mi 'Chapul' y yo. Tres mexicanos perdidos, que fueron a buscar su patria a otro sitio, pero que realmente nunca se fueron.

domingo, 16 de enero de 2011

Feels So Good

Los gustos musicales de mi padre son objeto de ataques y risas, preferiblemente en sobremesas familiares.

Noto, incluso a la distancia, que desde que no está con mi mamá, creo que su gusto ha tocado niveles sorprendentes. Además de que ha optado un poco por lo estridente, ahora escucha desde Enrique Iglesias, hasta sus clásicos infaltables como los 'Pasteles Verdes'.

La tarde del viernes ya estaba expirando. Justo cuando esa sensación de 'ya ha sido suficiente' (típica en los viernes), Chuck Mangione llegó a mi cabeza. Hoy es domingo y Chuck no se ha ido.

La leyenda cuenta que el día en que mi padre se graduó de Ingeniería Química, mi madre y mi abuela paterna le organizaron una fiesta sorpresa. La señal coordinada, era que al momento de que mi papá estuviese abriendo la puerta de la casa, 'Feels So Good' de Chuck Mangione daría comienzo al convite.

Mi madre me cuenta que pocas veces había visto tan feliz a mi papá como ese día. Por fin ingeniero, la familia, los amigos, la novia reunidos festejándole; y de fondo su artista favorito del momento.

Recuerdo uno de esos días que uno no quiere recordar. Ver a mi padre, no hace mucho, llorando quién sabe por qué, manejando por la Colonia del Valle, conmigo al lado y con 'Feels So Good' a todo volumen. Cada acorde de trompeta hacía brotar una lágrima, y la respuesta inmediata era golpear el volante con las dos manos.

Me pasaron muchas cosas por la cabeza, mil hipótesis. No sé si mi padre recordó esa fiesta sorpresa, hace tantos años. Lo cierto es que en el corazón de papá, la trompeta de Chuck sigue mandando.

Aquí Mangione interpreta 'Feels So Good', EN VIVO..


miércoles, 12 de enero de 2011

Si quieres...

'O' me hablaba del 'apego', tumbados en la cama. Ella me dice que uno debe de estar en paz, que uno debe alejarse de los estándares sociales. Yo la escucho, pero a la vez recuerdo una conversación con mi mamá, ya cuando el enorme dado del destino había sido jugado, y yo ya tenía mi boleto de avión (de ida, sin regreso) rumbo a San Juan.

El apego me llevó (vaya usted a saber cómo) a Juan Gabriel. A ese trayecto junto a mi madre, rumbo al aeropuerto, una mañana de un 9 de agosto. ¿Qué le dice una madre a un hijo cuando lo está llevando al lugar de embarque rumbo a un sueño que no conoce? Lugar del que regresará ella, a la vida de siempre pero con un hijo lejos.  ¿Qué le dice ese hijo, a esa madre? Cuando la única certeza que él tiene, es que debe abordar ese avión. Cuando lo único que lleva, son dos maletas, llenas de fotos, libros y un par de mudas de ropa.


Cuando mi madre me llevaba al aeropuerto escuchamos, una y otra vez, "Si Quieres", de Juan Gabriel. La música es un instrumento de comunicación demasiado poderoso. Durante todo el camino no le solté la mano a mi mamá. Yo estaba tranquilo, ya la saudade me trepaba por los codos, pero sonreía. Ella cantaba, y sonreía, y hacía esfuerzos enormes para no llorar. Yo la miraba, y podía imaginarme perfectamente su viaje de regreso: llanto a lo mexicano, escuchando a Juan Gabriel. (Televisa, que errada que estás).


'O' me esperaba esa noche en San Juan. Cuando la vi, en ese vestido negro, supe que estaba en casa. Cuando desempaqué mis maletas y organizaba mis libros, vi a mi madre, sonriendo. Yo le sonreí también. Eso es apego, del bueno.


A mi madre, 'Si Quieres'

sábado, 8 de enero de 2011

El gigante bailaba

Sería casi la medianoche cuando me despertó el sonido de la danza. Un bailoteo ancestral. Quizá, la primera música que vio el Caribe, y también su primer danzante.

No sé cómo sucede, pero las grandes palmas marcaban el ritmo cual preciso instrumento de percusión. El viento era la voz. El gigante bailaba, yo lo miraba. Parecía usar una de esas grandes máscaras africanas, con palmas secas alrededor, profundos ojos negros y una gran boca abierta.

Durante las tardes Ody puede tomarse dos tazas de té mirándolo a él, a su gigante verde. Cuando Ody no está, yo lo miro, tratando de entender qué es lo que tanto le gusta de esta palmera, gigante y sola.

No sé si donde nace, eso ya es Villa Palmera. Sería curioso, porque es la única palmera que he visto en Villa Palmera. Más curioso, un barrio antiguo, musicalmente importantísimo. Ahí nacieron salseros mágicos, inolvidables. Me pregunto si ellos habrán visto la misma palmera, habrán visto danzar ese gigante hermoso.

martes, 4 de enero de 2011

And half the perfect world is found…


Qué difícil escribir con el corazón lleno de amor, con la certidumbre de tu presencia. Creo que las mejores cosas que te he dedicado las he escrito cuando no estás físicamente conmigo, en algún viaje, o cuando nos separaba un vuelo Ciudad de México -San Juan.

Teniéndote no me hace falta nada. El 'mundo color de rosa' existe, y se llega a él mirándote a los ojos.

Oficialmente son 3 años, pero lo nuestro es en otro plano y no existe un 'tiempo' exacto para medir lo que tú y yo hemos construido.

Si bien Madeleine me enseñó a entender tus gustos musicales, y ésta canción es 'nuestra' favorita; ella erró en el título contigo: tú eres un mundo perfecto… completo.


lunes, 3 de enero de 2011

Hace un minuto

Hace un minuto cumplí 3 años de casado. En todo el día no pude dar con palabras, ni fotografías ni poemas que puedan dar justicia y significado, a lo que significa despertar todos los días a tu lado. Gracias O.

domingo, 2 de enero de 2011

La NFL nos une

Los domingos de agosto a febrero me levanta la cosquilla milenaria del Neanthertal que siempre tengo dentro. Antes de levantarme de la cama hago memoria para recordar a qué hora es que juegan los Cowboys. 

La temporada 2010 me ha dejado muchas enseñanzas: Que O ha sufrido demasiado, pero tan siquiera ya entiende el juego y hace lo posible por apoyarme. Que para placer de Diana y Sil, mis Cowboys siguen perdiendo y yo me sigo encabronando. Y que apostar no es algo tan malo…

Hablando con mi abuela surgió la idea. Inscribirme a la ‘quiniela’ de la NFL en la que religiosamente participa mi padre ayudaría en nuestra relación.

Si bien hoy se decide si gano o pierdo (voy de líder, y el dinero nunca viene mal) yo ya he ganado en este juego.

Mi padre y yo nos escribimos, nos llamamos, al menos 3 veces por semana. Analizamos los partidos, nos burlamos un poco de nuestros equipos y nos deseamos suerte. Será la sensación de compartir lo mismo durante 3 horas todos los domingos, sin importar los miles de kilómetros, y el pasado reciente. 

No importa. Nada importa.

Si el lunes temprano él me llama, soy feliz. Lo mismo cuando hablo con mi hermano. Quizá yo no sepa nada de sus vidas, ni ellos de la mía, pero siempre habrá un comentario, una broma, un recuerdo de un deporte que sirve para unir a hombres que tienen mucho por decirse, pero no saben cómo hacerlo.


 
¿Lo mejor de ayer? 


El 'solo' de Julian Casablanca en el ‘trailer’ de “Somewhere”. O y yo fuimos a ver “Conviction”, pero lo mejor de la película fue escuchar durante 30 segundos la voz de Julian. Aquí está el ‘cover’ de “I'll Try Anything Once”. No puedo dejar de escucharlo…


sábado, 1 de enero de 2011

Zapatos colgando y Brahms

Bajaba contento por las escaleras, silbando la Danza Húngara No.1 de Brahms, con la encomienda de comprar el pan y la leche.

Ya en la calle, el 2011 me recibió con una típica imagen (que, entiendo ó asumo) es latinoamericana: zapatos colgando de cables de electricidad.

Pese a que conozco el difícil proceso que conlleva la tarea, y pudiendo imaginar algunas respuestas, no pude dejar de hacerme varias preguntas: ¿Quién y por qué hace eso? ¿Con qué propósito? ¿Las mamás de los jóvenes y/o niños no los regañan? ¿Por qué las autoridades no bajan los zapatos que viven en los cables? ¿Pueden esos zapatos ocasionar un accidente de electricidad?

Luego me imaginé a niños de muchas otras regiones del mundo haciéndolo, tirando zapatos a miles de cables de electricidad. Imaginé ciudades que no conozco, con sus calles adornadas por zapatos.

Vino después la cuestión artística, para la que no tuve mas que nuevas preguntas e indecisiones. Puedo decir que si el cable tiene varios zapatos colgando, lo considero una exhibición. Si en el cable solamente hay un par de zapatos, lo tomo como un ‘statement’, un inocente disparo al aire, un grito entre muchas voces.

Luego regresó Brahms con sus danzas y le llevé el pan y la leche a O.

Aquí les dejo a Kissin interpretando las danzas que de vez en cuando me invaden. Feliz 2011.