Los domingos de agosto a febrero me levanta la cosquilla milenaria del Neanthertal que siempre tengo dentro. Antes de levantarme de la cama hago memoria para recordar a qué hora es que juegan los Cowboys.
La temporada 2010 me ha dejado muchas enseñanzas: Que O ha sufrido demasiado, pero tan siquiera ya entiende el juego y hace lo posible por apoyarme. Que para placer de Diana y Sil, mis Cowboys siguen perdiendo y yo me sigo encabronando. Y que apostar no es algo tan malo…
Hablando con mi abuela surgió la idea. Inscribirme a la ‘quiniela’ de la NFL en la que religiosamente participa mi padre ayudaría en nuestra relación.
Si bien hoy se decide si gano o pierdo (voy de líder, y el dinero nunca viene mal) yo ya he ganado en este juego.
Mi padre y yo nos escribimos, nos llamamos, al menos 3 veces por semana. Analizamos los partidos, nos burlamos un poco de nuestros equipos y nos deseamos suerte. Será la sensación de compartir lo mismo durante 3 horas todos los domingos, sin importar los miles de kilómetros, y el pasado reciente.
No importa. Nada importa.
Si el lunes temprano él me llama, soy feliz. Lo mismo cuando hablo con mi hermano. Quizá yo no sepa nada de sus vidas, ni ellos de la mía, pero siempre habrá un comentario, una broma, un recuerdo de un deporte que sirve para unir a hombres que tienen mucho por decirse, pero no saben cómo hacerlo.
¿Lo mejor de ayer?
El 'solo' de Julian Casablanca en el ‘trailer’ de “Somewhere”. O y yo fuimos a ver “Conviction”, pero lo mejor de la película fue escuchar durante 30 segundos la voz de Julian. Aquí está el ‘cover’ de “I'll Try Anything Once”. No puedo dejar de escucharlo…
¿Lo mejor de ayer?
El 'solo' de Julian Casablanca en el ‘trailer’ de “Somewhere”. O y yo fuimos a ver “Conviction”, pero lo mejor de la película fue escuchar durante 30 segundos la voz de Julian. Aquí está el ‘cover’ de “I'll Try Anything Once”. No puedo dejar de escucharlo…
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