Ya casi nos subimos al avión, y hay muchas cosas que deseo, muchos sueños que se cumplirán en breve... debería estar pensando en mil cosas, pero no entiendo por qué razón, unos poemas me persiguen:
El primero es uno de mis preferidos de Neruda, y dice: "Mi alma es un carrusel vacío en el crepúsculo".
En Crepusculario, luego de ese 'haiku', recuerdo que venía un poema que luego yo se lo transcribí a mi hermana, Daniela, en algún cumpleaños nuestro y que me trajo muchos recuerdos:
Hoy que es el cumpleaños de mi hermana, no tengo
nada que darle, nada. No tengo nada, hermana.
Todo lo que poseo siempre lo llevo lejos.
A veces hasta mi alma me parece lejana.
Luego, y finalmente, viene uno de Rilke, que dice:
Again and again, however we know the landscape of love
and the little churchyard there, with its sorrowing names,
and the frighteningly silent abyss into which the others
fall: again and again the two of us walk out together
under the ancient trees, lie down again and again
among the flowers, face to face with the sky.
Así me voy de vacaciones, así regreso, vuelvo, a México.
jueves, 15 de diciembre de 2011
lunes, 5 de diciembre de 2011
Sombras son la gente
A la la la la la la la… sí, hacía mucho que no salía, pero el otro día que me fui a tomar unas cervezas al Viejo San Juan, recordé lo hermoso que es sentir el fresco de la noche caribeña, tomar una cerveza bien fría y escuchar salsa de verdad, salsa 'gorda' como dicen acá. Es irremediable, no importan los años que lleve en la Isla, cuando todo eso se conjuga seré siempre un turista que sonríe y sigue el ritmo con las palmas, los dedos, los hombros, los pies… todo.
Hoy fui a Ponce, de trabajo, y lo lindo de la carretera me llevó a la dura verdad que aunque lo que más añoro es pasar las Navidades con la familia allá… extrañaré horrores esta linda Isla, y su gente buena, y esas Navidades tan sandungueras, el coquito, las parrandas, la brisa fresca.
Ayer miraba como cualquier boricua el especial del Banco Popular, dedicado este año al grandísimo Tite Curet, un genio de esos que han nacido en esta encantadora Isla.
Tirado frente al televisor, vi gente que conocía, disfrute la hermosa música, recordé los músicos geniales que ha dado Puerto Rico al mundo, Tite, Cortijo (los que empezaron todo), luego Ismael, Lavoe… y siguen y seguirán…
Dentro del follaje
y de la espesura
donde todo viaje
lleva la amargura
es donde se sabe camará
es donde se aprende la verdad
Sombras son la gente
A la la la la la la la
Plantacion adentro camará
es donde se sabe la verdad
es donde se aprende la verdad
Los dejó con Rubén Blades, interpretando junto al gran Tite, la sabrosa salsa 'Plantación Adentro'.
Hoy fui a Ponce, de trabajo, y lo lindo de la carretera me llevó a la dura verdad que aunque lo que más añoro es pasar las Navidades con la familia allá… extrañaré horrores esta linda Isla, y su gente buena, y esas Navidades tan sandungueras, el coquito, las parrandas, la brisa fresca.
Ayer miraba como cualquier boricua el especial del Banco Popular, dedicado este año al grandísimo Tite Curet, un genio de esos que han nacido en esta encantadora Isla.
Tirado frente al televisor, vi gente que conocía, disfrute la hermosa música, recordé los músicos geniales que ha dado Puerto Rico al mundo, Tite, Cortijo (los que empezaron todo), luego Ismael, Lavoe… y siguen y seguirán…
Dentro del follaje
y de la espesura
donde todo viaje
lleva la amargura
es donde se sabe camará
es donde se aprende la verdad
Sombras son la gente
A la la la la la la la
Plantacion adentro camará
es donde se sabe la verdad
es donde se aprende la verdad
Los dejó con Rubén Blades, interpretando junto al gran Tite, la sabrosa salsa 'Plantación Adentro'.
jueves, 1 de diciembre de 2011
Guadalajara en un llano, México en una laguna
Han pasado muchas cosas. Ya de Miami, con tanto trabajo, ni me acuerdo, aunque ayer le preparé a O un platazo de salmón ahumado, alcaparras, chorizo y queso brie. Era miércoles, pero decidimos celebrarlo como si fuese viernes. Además, ¿quién nos asegura que llegamos al viernes?
En ratos libres, no hago más que pensar en mis abuelos. Quiero sentir el bigote de mi abuelo Lalo en mi mejilla. Quiero comerme todos los manjares de mi abuela Lupita. Quiero sobarle las manos a mi abuela Marisa.
Ya huelo el eucalipto, los pinos secos, las tortillas, el pan, el smog mañanero con ese frío chilango de diciembre que te parte los labios, que te deja seca la piel. Ya siento las piedras de San Ángel, de Coyoacán, debajo de mis suelas. El bullicio del tráfico será una serenata. Y por Caguas, por San Juan, por Miramar… por mis rumbos de la Isla, ando escuchando y cantando 'Momentos Pendientes' de Fernando Delgadillo.
Ayer tuve una sensación descomunal sobre América Latina, al hablar de música latinoamericana con mi amigo húngaro. Yo no sé nada de música húngara, salvo la disputa con Austria de la nacionalidad de Liszt (algo así como uruguayos vs argentinos en el caso Gardel) y las danzas húngaras de Brahms (que no era húngaro).
Persigo los escritos de mi amiga AT&T y su viaje a la FIL en Guadalajara. Ella es muy especial, y el hecho de que una amiga, boricua, conozca parte de mi país me pone muy contento.
Tanto hablar de Latinoamérica, de México, de Guadalajara, de la FIL… y hoy Nicanor Parra se ganó el Cervantes (las cosas que pasan,¿he?). Grande Nicanor, grande tu personalidad, tu poesía. Hace unas semanas un amigo lo daba por muerto a Nicanor, y hoy el antipoeta se lleva el Cervantes a Chile.
Encontré el discurso de Parra, cuando en el 91' recibió el Rulfo en Guadalajara, y en su discurso de aceptación del premio, encuentro la siguiente poesía:
(...)
Pedro Páramo
Guadalajara en un llano
México en una laguna
(...)
No cometeré la torpeza
de ponerme a elogiar a Juan Rulfo
sería como ponerse a regar el jardín
en un día de lluvia torrencial
una sola verdad de Perogrullo:
perfección enigmática
no conozco otro libro + terrible
Pedro Páramo dice Borges
es una de las obras cumbres
de la literatura de todos los tiempos
y yo le encuentro toda la razón
Rulfo nos da una imagen de México
los demás se reducen a describir el país
a eso se refiere Paz
cuando digo que Juan hay uno solo
Ni Macedonio fue tan argentino
tan chileno
tan indio
tan peruano
tan boliviano tan ecuatoriano
tan auténticamente mexicano
los entendidos tienen razón esta vez
otro camino + directo no hay
Fumaba tanto o más que la Mistral
algo que a mí me pone los pelos de punta
soy asmático de nacimiento
por eso nunca pude hablar con él
se me acercó una vez en Viña del Mar
a felicitarme x un poema que no era mío
no supe qué decirle
me confundí
y el pobre Juan también se confundió
primera y última vez
no volvimos a vernos nunca +
hasta este momento
en que él me sonríe desde Comala
Gente + preparada que nosotros
ha dicho que Rulfo viene del Norte
discrepo
Rulfo viene del Sur
Rulfo viene directamente del vientre materno
Rulfo viene del fondo de sí mismo
de Jalisco
de Mérida
de Guadalajara
lo siento mucho Míster No Sé Cuánto
Rulfo no viene: va
Rulfo viene de vuelta de todos los archipiélagos
-------------
Para transmitirles mis ansias chilangas, 'Momentos Pendientes' de Fernando Delgadillo.
En ratos libres, no hago más que pensar en mis abuelos. Quiero sentir el bigote de mi abuelo Lalo en mi mejilla. Quiero comerme todos los manjares de mi abuela Lupita. Quiero sobarle las manos a mi abuela Marisa.
Ya huelo el eucalipto, los pinos secos, las tortillas, el pan, el smog mañanero con ese frío chilango de diciembre que te parte los labios, que te deja seca la piel. Ya siento las piedras de San Ángel, de Coyoacán, debajo de mis suelas. El bullicio del tráfico será una serenata. Y por Caguas, por San Juan, por Miramar… por mis rumbos de la Isla, ando escuchando y cantando 'Momentos Pendientes' de Fernando Delgadillo.
Ayer tuve una sensación descomunal sobre América Latina, al hablar de música latinoamericana con mi amigo húngaro. Yo no sé nada de música húngara, salvo la disputa con Austria de la nacionalidad de Liszt (algo así como uruguayos vs argentinos en el caso Gardel) y las danzas húngaras de Brahms (que no era húngaro).
Persigo los escritos de mi amiga AT&T y su viaje a la FIL en Guadalajara. Ella es muy especial, y el hecho de que una amiga, boricua, conozca parte de mi país me pone muy contento.
Tanto hablar de Latinoamérica, de México, de Guadalajara, de la FIL… y hoy Nicanor Parra se ganó el Cervantes (las cosas que pasan,¿he?). Grande Nicanor, grande tu personalidad, tu poesía. Hace unas semanas un amigo lo daba por muerto a Nicanor, y hoy el antipoeta se lleva el Cervantes a Chile.
Encontré el discurso de Parra, cuando en el 91' recibió el Rulfo en Guadalajara, y en su discurso de aceptación del premio, encuentro la siguiente poesía:
(...)
Pedro Páramo
Guadalajara en un llano
México en una laguna
(...)
No cometeré la torpeza
de ponerme a elogiar a Juan Rulfo
sería como ponerse a regar el jardín
en un día de lluvia torrencial
una sola verdad de Perogrullo:
perfección enigmática
no conozco otro libro + terrible
Pedro Páramo dice Borges
es una de las obras cumbres
de la literatura de todos los tiempos
y yo le encuentro toda la razón
Rulfo nos da una imagen de México
los demás se reducen a describir el país
a eso se refiere Paz
cuando digo que Juan hay uno solo
Ni Macedonio fue tan argentino
tan chileno
tan indio
tan peruano
tan boliviano tan ecuatoriano
tan auténticamente mexicano
los entendidos tienen razón esta vez
otro camino + directo no hay
Fumaba tanto o más que la Mistral
algo que a mí me pone los pelos de punta
soy asmático de nacimiento
por eso nunca pude hablar con él
se me acercó una vez en Viña del Mar
a felicitarme x un poema que no era mío
no supe qué decirle
me confundí
y el pobre Juan también se confundió
primera y última vez
no volvimos a vernos nunca +
hasta este momento
en que él me sonríe desde Comala
Gente + preparada que nosotros
ha dicho que Rulfo viene del Norte
discrepo
Rulfo viene del Sur
Rulfo viene directamente del vientre materno
Rulfo viene del fondo de sí mismo
de Jalisco
de Mérida
de Guadalajara
lo siento mucho Míster No Sé Cuánto
Rulfo no viene: va
Rulfo viene de vuelta de todos los archipiélagos
-------------
Para transmitirles mis ansias chilangas, 'Momentos Pendientes' de Fernando Delgadillo.
lunes, 21 de noviembre de 2011
(Sin título)
Hundo mi cabeza, una y otra y otra y otra vez.
Llevo media hora escuchando el piano de Kissin y la parte de mi alma rusa arde y se pregunta tantas y tantas cosas.
1Q84 se mojó un poco, siempre me pasa lo mismo cuando juego en las tinas, al echarme hacia atrás un pequeño tsunami hace desbordarse el agua y las burbujas por todo el piso.
Cuando eso pasa, me pongo a pensar en las personas del servicio del hotel que tendrán que limpiar todo esto y me da un poco de vergüenza y tiro unas cuentas toallas y seco lo mejor que puedo el piso.
Los taxistas y las mujeres que limpian las habitaciones en Brickell, el centro financiero de Miami, son todos de las antillas menores, gente dura con nombres raros, pero que siempre sonríen.
Cambio a Kissin por los Beatles, y su 'While My Guitar Gently Weeps' que me trae loco y busco covers en YouTube. El hotel está lleno de brasileños y mexicanos, por cómo se visten y como hablan (ambos) asumo que son políticos, industriales… miran fútbol en sus iPads y beben cerveza y cuba libres sin parar.
Reflexiono sobre las vacaciones. Llevo meses imaginando mi momento, ese de profunda felicidad que si bien será un gesto de lo que fue el 2011 (ya sé que no se ha acabado, pero ya saben todos que después de Thanksgiving es cosa de contar los días) y las bendiciones que me depara la vida para el 2012, que será un año fabuloso.
Esa imagen de paz y amor total, se da en el comedor de mi madre, estoy junto a O, la tomo de la mano, y repaso los rostros de mi familia; lentamente los miro a todos y les sonrío. Luego pido la palabra y les digo lo mucho que los hecho de menos, lo mucho que siempre los pienso. O aprieta mi mano. Yo le doy un beso a ella, y luego beso y abrazo a todo mundo.
Ya estoy casi allí. Ahora tengo que secar un poco 1Q84, que se mojó un poquito.
-------------
Aquí, una de mis canciones favoritas de los Beatles: 'While My Guitar Gently Weeps'.
Llevo media hora escuchando el piano de Kissin y la parte de mi alma rusa arde y se pregunta tantas y tantas cosas.
1Q84 se mojó un poco, siempre me pasa lo mismo cuando juego en las tinas, al echarme hacia atrás un pequeño tsunami hace desbordarse el agua y las burbujas por todo el piso.
Cuando eso pasa, me pongo a pensar en las personas del servicio del hotel que tendrán que limpiar todo esto y me da un poco de vergüenza y tiro unas cuentas toallas y seco lo mejor que puedo el piso.
Los taxistas y las mujeres que limpian las habitaciones en Brickell, el centro financiero de Miami, son todos de las antillas menores, gente dura con nombres raros, pero que siempre sonríen.
Cambio a Kissin por los Beatles, y su 'While My Guitar Gently Weeps' que me trae loco y busco covers en YouTube. El hotel está lleno de brasileños y mexicanos, por cómo se visten y como hablan (ambos) asumo que son políticos, industriales… miran fútbol en sus iPads y beben cerveza y cuba libres sin parar.
Reflexiono sobre las vacaciones. Llevo meses imaginando mi momento, ese de profunda felicidad que si bien será un gesto de lo que fue el 2011 (ya sé que no se ha acabado, pero ya saben todos que después de Thanksgiving es cosa de contar los días) y las bendiciones que me depara la vida para el 2012, que será un año fabuloso.
Esa imagen de paz y amor total, se da en el comedor de mi madre, estoy junto a O, la tomo de la mano, y repaso los rostros de mi familia; lentamente los miro a todos y les sonrío. Luego pido la palabra y les digo lo mucho que los hecho de menos, lo mucho que siempre los pienso. O aprieta mi mano. Yo le doy un beso a ella, y luego beso y abrazo a todo mundo.
Ya estoy casi allí. Ahora tengo que secar un poco 1Q84, que se mojó un poquito.
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Aquí, una de mis canciones favoritas de los Beatles: 'While My Guitar Gently Weeps'.
jueves, 10 de noviembre de 2011
L.
Salí rumbo a la laguna del Condado, con O y el catalán. Corrimos un poco, caminamos también. La noche estaba abierta, bella.
De la nada, y basado en observaciones preliminares, le pregunté a 'Tx' qué tanto hablaba con sus amigos (de allá), y cuántas veces al día hablaba con su madre. Mucho. Muchas.
Me preguntó que qué tal yo. Le dije que casi nada, y que más o menos una vez por semana.
Silencio. Hasta que O salió al quite y le recordó a todo el mundo que ella siempre me dice que llame, que escriba… Terminé aceptando, y balbuceando que así era yo, un poquitillo extraño.
Me gusta como utilizan la 'L', para referirse a la palabra LOVE en los chats, en las Redes Sociales, en los mensajitos… me gusta la simpleza del amor, pese al crimen de sintáxis.
Hoy pensé mucho en otra L. Una L que me recordó otros tiempos en que perseguía parques, música, libros, filmes…
Aquellos que vieron la película 'El espinazo del diablo', cuando Federico Luppi (uno de mis actores favoritos) muere y recita un poema escandalosamente maravilloso… para mí, claro.
Muchas noches, muchas tardes fueron dedicadas a la búsqueda del autor y de la poesía textual (teníamos el 95%, pero el Internet aún no era lo que es hoy)… hasta que dimos con el Fragmento 'L.' (50 romano) del poema 'In Memoriam A.H.H.'. Su autor, Alfred Lord Tennyson, aparentemente tardó 17 años en escribir la totalidad del poema.
Es uno de mis poemas favoritos. Curiosamente, la traducción al español me parece fantástica. Menos solemne claro, pero mucho más desgarradora y con un bello juego. Quizá porque el que está en español es un fragmento del mismo fragmento en inglés… (le falta un verso completo). En fin.
Aquí el poema en ambos idiomas:
L.
Be near me when my light is low,
When the blood creeps, and the nerves prick
And tingle; and the heart is sick,
And all the wheels of Being slow.
Be near me when the sensuous frame
Is rack’d with pangs that conquer trust;
And Time, a maniac scattering dust,
And Life, a Fury slinging flame.
Be near me when my faith is dry,
And men the flies of latter spring,
That lay their eggs, and sting and sing
And weave their petty cells and die.
Be near me when I fade away,
To point the term of human strife,
And on the low dark verge of life
The twilight of eternal day.
L.
Permanece a mi lado cuando se apague mi luz
y la sangre se arrastre;
y mis nervios se alteren con punzadas dolientes,
y el corazón enfermo,
y las ruedas del ser giren lentamente.
Permanece a mi lado cuando a mi frágil cuerpo
lo atormenten dolores y alcance la verdad,
y el tiempo maníaco siga esparciendo el polvo,
y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado y cuando vaya apagándome
y puedas señalarme el final de mi lucha,
y el atardecer de los días eternos,
en el bajo y oscuro borde de la vida…
-------
Después de tanta poesía, un poco más no viene nada mal… Los dejo con John Lennon y su canción 'Love'.
De la nada, y basado en observaciones preliminares, le pregunté a 'Tx' qué tanto hablaba con sus amigos (de allá), y cuántas veces al día hablaba con su madre. Mucho. Muchas.
Me preguntó que qué tal yo. Le dije que casi nada, y que más o menos una vez por semana.
Silencio. Hasta que O salió al quite y le recordó a todo el mundo que ella siempre me dice que llame, que escriba… Terminé aceptando, y balbuceando que así era yo, un poquitillo extraño.
Me gusta como utilizan la 'L', para referirse a la palabra LOVE en los chats, en las Redes Sociales, en los mensajitos… me gusta la simpleza del amor, pese al crimen de sintáxis.
Hoy pensé mucho en otra L. Una L que me recordó otros tiempos en que perseguía parques, música, libros, filmes…
Aquellos que vieron la película 'El espinazo del diablo', cuando Federico Luppi (uno de mis actores favoritos) muere y recita un poema escandalosamente maravilloso… para mí, claro.
Muchas noches, muchas tardes fueron dedicadas a la búsqueda del autor y de la poesía textual (teníamos el 95%, pero el Internet aún no era lo que es hoy)… hasta que dimos con el Fragmento 'L.' (50 romano) del poema 'In Memoriam A.H.H.'. Su autor, Alfred Lord Tennyson, aparentemente tardó 17 años en escribir la totalidad del poema.
Es uno de mis poemas favoritos. Curiosamente, la traducción al español me parece fantástica. Menos solemne claro, pero mucho más desgarradora y con un bello juego. Quizá porque el que está en español es un fragmento del mismo fragmento en inglés… (le falta un verso completo). En fin.
Aquí el poema en ambos idiomas:
L.
Be near me when my light is low,
When the blood creeps, and the nerves prick
And tingle; and the heart is sick,
And all the wheels of Being slow.
Be near me when the sensuous frame
Is rack’d with pangs that conquer trust;
And Time, a maniac scattering dust,
And Life, a Fury slinging flame.
Be near me when my faith is dry,
And men the flies of latter spring,
That lay their eggs, and sting and sing
And weave their petty cells and die.
Be near me when I fade away,
To point the term of human strife,
And on the low dark verge of life
The twilight of eternal day.
L.
Permanece a mi lado cuando se apague mi luz
y la sangre se arrastre;
y mis nervios se alteren con punzadas dolientes,
y el corazón enfermo,
y las ruedas del ser giren lentamente.
Permanece a mi lado cuando a mi frágil cuerpo
lo atormenten dolores y alcance la verdad,
y el tiempo maníaco siga esparciendo el polvo,
y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado y cuando vaya apagándome
y puedas señalarme el final de mi lucha,
y el atardecer de los días eternos,
en el bajo y oscuro borde de la vida…
-------
Después de tanta poesía, un poco más no viene nada mal… Los dejo con John Lennon y su canción 'Love'.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Evit@
Evito. Evita. Evito Evita.
Me perdí Evita para quedarme en casa y poner algo de música y hacer como que escribo la gran obra.
No soporto los musicales. Creo que no hay algo en todo el mundo que me ponga de tan mal humor como un musical, me provocan una náusea que no conoce remedio. Nunca he entendido realmente... ¿por qué si existe la ópera, alguien prefiere ir a un musical?.
Evité Evita y me quedé mirando el editor de texto. Otra razón de mi esquiva estrategia fue acusar la aparición de un Ché Guevara en plena obra de Evita (¿Qué carajo tiene que ver el Ché ahí?) y me indigné y le dije a O que no había caso. No voy y punto. Además, había salido muy tarde del trabajo... y es jueves, y los Griegos traen locos al mundo (que bien me cae el Yorgos Papandreu, con su cara de yo no fui, con su voz de susurro dejó helados a todos).
Tenía ganas de escribir cosas que no le hicieran daño a nadie. Comenzé escuchando a Aute y a Fernando Delgadillo para que me saliera algo bonito, algo suave y bohémio.
Acabé en Phoenix y en Fito Páez, y repasando una carta de Rimbaud (“je est un autre” )... deseando haber ido con O y quedarme quieto y tomar su mano y aplaudirle al Ché e ir a cenar con los suegros... y después de mirar durante 5 minutos la pantalla blanca decidí llenarla y aquí está.
Chau.
-------------------------------
Los dejó con Fito y su 'Polaroid de locura ordinaria'.
Me perdí Evita para quedarme en casa y poner algo de música y hacer como que escribo la gran obra.
No soporto los musicales. Creo que no hay algo en todo el mundo que me ponga de tan mal humor como un musical, me provocan una náusea que no conoce remedio. Nunca he entendido realmente... ¿por qué si existe la ópera, alguien prefiere ir a un musical?.
Evité Evita y me quedé mirando el editor de texto. Otra razón de mi esquiva estrategia fue acusar la aparición de un Ché Guevara en plena obra de Evita (¿Qué carajo tiene que ver el Ché ahí?) y me indigné y le dije a O que no había caso. No voy y punto. Además, había salido muy tarde del trabajo... y es jueves, y los Griegos traen locos al mundo (que bien me cae el Yorgos Papandreu, con su cara de yo no fui, con su voz de susurro dejó helados a todos).
Tenía ganas de escribir cosas que no le hicieran daño a nadie. Comenzé escuchando a Aute y a Fernando Delgadillo para que me saliera algo bonito, algo suave y bohémio.
Acabé en Phoenix y en Fito Páez, y repasando una carta de Rimbaud (“je est un autre” )... deseando haber ido con O y quedarme quieto y tomar su mano y aplaudirle al Ché e ir a cenar con los suegros... y después de mirar durante 5 minutos la pantalla blanca decidí llenarla y aquí está.
Chau.
-------------------------------
Los dejó con Fito y su 'Polaroid de locura ordinaria'.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Avezado
Hoy es Día de Muertos y amanecí con unas ganas estúpidas de Pan de Muerto y champurrado de chocolate.
Ocurre que de vez en vez escribo 'aveces' en lugar de 'a veces'. Cuando eso sucede me recuerdo de la palabra 'avezar', que me lleva irremediablemente a conjugarla... y resulta magnífica y muy útil para definir mis estados de ánimo: avezado.
Estoy avezado. Escucho Pulp y The Smiths hasta marearme (todos saben lo peligrosos que pueden ser The Smiths) y cuando necesito algo de español mis oídos se pierden en Charly García.
Me pasó el otro día que bajando de Santurce hacia la Fernández Junco pude ver las montañas de la Cordillera Central, y yo las confundí entre parpadeos con Tepepan y partes del Ajusco.
Hace semanas imaginé que hoy escribiría aquí algo importante, algo que cambiaría muchas cosas, pero ese algo aún no ocurre y tengo que ponerle el pecho a las balas, al menos por un par de semanas. Aguante.
Hoy me llegó '1Q84' de Murakami y eso sin dudas ayudará.
----------------------------
Ya dije que estoy en Pulp y The Smiths. Los dejo con 'Common People', que me anima y me recuerda que hay personas 'comunes', je.
Ocurre que de vez en vez escribo 'aveces' en lugar de 'a veces'. Cuando eso sucede me recuerdo de la palabra 'avezar', que me lleva irremediablemente a conjugarla... y resulta magnífica y muy útil para definir mis estados de ánimo: avezado.
Estoy avezado. Escucho Pulp y The Smiths hasta marearme (todos saben lo peligrosos que pueden ser The Smiths) y cuando necesito algo de español mis oídos se pierden en Charly García.
Me pasó el otro día que bajando de Santurce hacia la Fernández Junco pude ver las montañas de la Cordillera Central, y yo las confundí entre parpadeos con Tepepan y partes del Ajusco.
Hace semanas imaginé que hoy escribiría aquí algo importante, algo que cambiaría muchas cosas, pero ese algo aún no ocurre y tengo que ponerle el pecho a las balas, al menos por un par de semanas. Aguante.
Hoy me llegó '1Q84' de Murakami y eso sin dudas ayudará.
----------------------------
Ya dije que estoy en Pulp y The Smiths. Los dejo con 'Common People', que me anima y me recuerda que hay personas 'comunes', je.
lunes, 24 de octubre de 2011
Saco azul
Soñé dos días corridos con un lindo saco azul. Ni bien el centro comercial abría, yo estaba mirando sacos y detrás de mi tenía a dos espigados vendedores haciéndome preguntas, dándome recomendaciones… y yo me iba escondiendo entre los anaqueles, jugaba a esquivar los espejos largos que ocupan siempre el lado de una columna (esos arquitectos son universales) y fingía que hablaba por teléfono.
Me dejaron en paz. Y vi un saco… EL saco, me quedaba como guante. Me lo estaba quitando cuando recordé que por X ó por Y no llevaba mucho dinero. Uno de los espigados vendedores apareció como un ángel moreno, y me dijo que era mi día de suerte, que ese saco tenía triple descuento. Una ganga. Llegué a casa, O todavía dormía, y la desperté luciendo mi saco azul con pantalón corto.
Luego de escucharme, mi mamá me contó que cuando a mi papá le dieron su primer trabajo corporativo, estábamos de vacaciones, de visita en la Ciudad con los abuelos, y que llamaron a mi papá, diciéndole que tenía que presentarse con el dueño de la firma al día siguiente.
Mi padre fue a esa reunión vistiendo de prestado, el tío Nacho le prestó todo, saco, corbata, camisa, pantalón… todo… (Mi mamá hizo mucho énfasis en el 'todo', y me imagino que en ese todo y en ese suspiro va el que aunque hubiésemos estado en casa, allá en el desierto, mi padre no hubiera tenido mucho qué ponerse. Eran otros tiempos.)
Yo sigo acá, viviendo los míos. O y yo ensayamos la vida.
-----------------------------------
Esa mañana en que compré mi saco, iba frenético escuchando la canción 'Saco Azul', de Los Fabulosos Cadillac.
Yo crecí escuchando a Los Fabulosos… cuando cumplí 18 los fui a ver al Foro Sol, ya los había visto en El Vive, pero ese recuerdo fue hermoso, y venía con la mayoría de edad.
La canción es un poco caótica, mezcla 'ska' con trompetas estilo Los Beatles, pero la letra da para ponerse a pensar.
Les dejo la letra y un video de esta FaBuLoSa canción…
SACO AZUL
Que trabajo me va a costar dejarte marchar
Te vas a ir lleno de mí y vas a volver sin conocerme
Que trabajo me va a costar dejar sobre tu pecho posibles realidades de imposibles minutos
A la tarde, en la montaña, un Perseo te va a limar las cadenas
Y te vas a ir corriendo por los montes hiriéndote los pies
Invierno de saco azul nadie te va recordar
Pero dentro de mí siempre te vas a quedar
Siempre conmigo vas a estar
Mano gigante Dios, tu mano enseñaba vivir
Quiero tu saco azul y volver a ser como fui
Volver a casa y verte allí
No van a poder seducirte ni mi carne ni mi llanto
Ni los ríos donde dormías tu siesta de oro tampoco
Desde oriente a occidente voy a llevar tu luz gigante, redonda
Tu luz enorme que sostiene mi alma en tensión aguda
Desde oriente a occidente
Que trabajo me va a costarte ir con los pájaros
Que trabajo me va a costar
Voy a levantar tus brazos y se los voy a regalar al viento
Voy a levantar así tus brazos y se los voy a regalar al viento
Siempre conmigo vas a estar
No queda nada aquí, ya no hay nada que cuidar
Solo es tu pecho Dios, que empuja como las olas de mar
Siempre conmigo vas a estar
El mundo va a caer, va a desaparecer
Me pides que no te llore más, que no te llame más
Que te deje ir
Que si te llamo venís y que vos estas por pasar a dejar de ser
Pero yo se que no es por vos que no te debo llamar
Abra que olvidar y bueno
Y pasara
Y todo también pasara
Pobre, tan solo te voy a dejar sin saber nada ni el olor de donde estas
Sin siquiera reconocer el olor de donde estas
Mi corazón late sin tu mano enorme en mi cara
Tu mano gigante en mi cara
Gigante, enorme
Yo ya no lloro más
Tengo de que reír
Acá mirá
Tocá acá
Tu mano enorme en mi cara
Gigante, enorme
Canción de saco azul nadie te va recordar
Pero dentro de mí siempre te vas a quedar
Siempre conmigo vas a estar
Canción de saco azul nadie te va a recordar
Pero dentro de mí siempre te vas a quedar
Siempre conmigo vas a estar
El mundo va a caer, va a desaparecer
Fuente: musica.com
Me dejaron en paz. Y vi un saco… EL saco, me quedaba como guante. Me lo estaba quitando cuando recordé que por X ó por Y no llevaba mucho dinero. Uno de los espigados vendedores apareció como un ángel moreno, y me dijo que era mi día de suerte, que ese saco tenía triple descuento. Una ganga. Llegué a casa, O todavía dormía, y la desperté luciendo mi saco azul con pantalón corto.
Luego de escucharme, mi mamá me contó que cuando a mi papá le dieron su primer trabajo corporativo, estábamos de vacaciones, de visita en la Ciudad con los abuelos, y que llamaron a mi papá, diciéndole que tenía que presentarse con el dueño de la firma al día siguiente.
Mi padre fue a esa reunión vistiendo de prestado, el tío Nacho le prestó todo, saco, corbata, camisa, pantalón… todo… (Mi mamá hizo mucho énfasis en el 'todo', y me imagino que en ese todo y en ese suspiro va el que aunque hubiésemos estado en casa, allá en el desierto, mi padre no hubiera tenido mucho qué ponerse. Eran otros tiempos.)
Yo sigo acá, viviendo los míos. O y yo ensayamos la vida.
-----------------------------------
Esa mañana en que compré mi saco, iba frenético escuchando la canción 'Saco Azul', de Los Fabulosos Cadillac.
Yo crecí escuchando a Los Fabulosos… cuando cumplí 18 los fui a ver al Foro Sol, ya los había visto en El Vive, pero ese recuerdo fue hermoso, y venía con la mayoría de edad.
La canción es un poco caótica, mezcla 'ska' con trompetas estilo Los Beatles, pero la letra da para ponerse a pensar.
Les dejo la letra y un video de esta FaBuLoSa canción…
SACO AZUL
Que trabajo me va a costar dejarte marchar
Te vas a ir lleno de mí y vas a volver sin conocerme
Que trabajo me va a costar dejar sobre tu pecho posibles realidades de imposibles minutos
A la tarde, en la montaña, un Perseo te va a limar las cadenas
Y te vas a ir corriendo por los montes hiriéndote los pies
Invierno de saco azul nadie te va recordar
Pero dentro de mí siempre te vas a quedar
Siempre conmigo vas a estar
Mano gigante Dios, tu mano enseñaba vivir
Quiero tu saco azul y volver a ser como fui
Volver a casa y verte allí
No van a poder seducirte ni mi carne ni mi llanto
Ni los ríos donde dormías tu siesta de oro tampoco
Desde oriente a occidente voy a llevar tu luz gigante, redonda
Tu luz enorme que sostiene mi alma en tensión aguda
Desde oriente a occidente
Que trabajo me va a costarte ir con los pájaros
Que trabajo me va a costar
Voy a levantar tus brazos y se los voy a regalar al viento
Voy a levantar así tus brazos y se los voy a regalar al viento
Siempre conmigo vas a estar
No queda nada aquí, ya no hay nada que cuidar
Solo es tu pecho Dios, que empuja como las olas de mar
Siempre conmigo vas a estar
El mundo va a caer, va a desaparecer
Me pides que no te llore más, que no te llame más
Que te deje ir
Que si te llamo venís y que vos estas por pasar a dejar de ser
Pero yo se que no es por vos que no te debo llamar
Abra que olvidar y bueno
Y pasara
Y todo también pasara
Pobre, tan solo te voy a dejar sin saber nada ni el olor de donde estas
Sin siquiera reconocer el olor de donde estas
Mi corazón late sin tu mano enorme en mi cara
Tu mano gigante en mi cara
Gigante, enorme
Yo ya no lloro más
Tengo de que reír
Acá mirá
Tocá acá
Tu mano enorme en mi cara
Gigante, enorme
Canción de saco azul nadie te va recordar
Pero dentro de mí siempre te vas a quedar
Siempre conmigo vas a estar
Canción de saco azul nadie te va a recordar
Pero dentro de mí siempre te vas a quedar
Siempre conmigo vas a estar
El mundo va a caer, va a desaparecer
Fuente: musica.com
miércoles, 12 de octubre de 2011
Godzilla en México
Yo se lo que haré con este poema. Lo que ya estoy haciendo.
¿Cuántas veces yo no sentí a Godzilla en mi ciudad, en mi cuarto, paseando por el barrio? Sentir esas pisadas, que eran pisadas y no truenos. Sentir su respiración, que no era niebla, no era tormenta. Quizás aveces un monumental resfriado.
Creo que el gigantesco lagartijo me ha seguido hasta la Isla...
(Gracias Avatar)
-Godzilla en México-
Por Roberto Bolaño
Atiende esto, hijo mío: las bombas caían
sobre la Ciudad de México
pero nadie se daba cuenta.
El aire llevó el veneno a través
de las calles y las ventanas abiertas.
Tú acababas de comer y veías en la tele
los dibujos animados.
Yo leía en la habitación de al lado
cuando supe que íbamos a morir.
Pese al mareo y las náuseas me arrastré
hasta el comedor y te encontré en el suelo.
Nos abrazamos. Me preguntaste qué pasaba
y yo no dije que estábamos en el programa de la muerte
sino que íbamos a iniciar un viaje,
uno más, juntos, y que no tuvieras miedo.
Al marcharse, la muerte ni siquiera
nos cerró los ojos.
¿Qué somos?, me preguntaste una semana o un año después,
¿hormigas, abejas, cifras equivocadas
en la gran sopa podrida del azar?
Somos seres humanos, hijo mío, casi pájaros,
héroes públicos y secretos.
¿Cuántas veces yo no sentí a Godzilla en mi ciudad, en mi cuarto, paseando por el barrio? Sentir esas pisadas, que eran pisadas y no truenos. Sentir su respiración, que no era niebla, no era tormenta. Quizás aveces un monumental resfriado.
Creo que el gigantesco lagartijo me ha seguido hasta la Isla...
(Gracias Avatar)
-Godzilla en México-
Por Roberto Bolaño
Atiende esto, hijo mío: las bombas caían
sobre la Ciudad de México
pero nadie se daba cuenta.
El aire llevó el veneno a través
de las calles y las ventanas abiertas.
Tú acababas de comer y veías en la tele
los dibujos animados.
Yo leía en la habitación de al lado
cuando supe que íbamos a morir.
Pese al mareo y las náuseas me arrastré
hasta el comedor y te encontré en el suelo.
Nos abrazamos. Me preguntaste qué pasaba
y yo no dije que estábamos en el programa de la muerte
sino que íbamos a iniciar un viaje,
uno más, juntos, y que no tuvieras miedo.
Al marcharse, la muerte ni siquiera
nos cerró los ojos.
¿Qué somos?, me preguntaste una semana o un año después,
¿hormigas, abejas, cifras equivocadas
en la gran sopa podrida del azar?
Somos seres humanos, hijo mío, casi pájaros,
héroes públicos y secretos.
viernes, 7 de octubre de 2011
Dramáticos placeres: el chile mexicano
Casi no lo acostumbro. Creo que solamente lo hice con la entrevista que M le hizo al Dalai Lama, pero eso es algo histórico...
Un gran amigo chileno-uruguayo-boricua (mi queridísimo Avatar) me envió el siguiente escrito publicado en la 'Revista Ñ' (mágica publicación) y que escribió uno de mis autores favoritos: mi compatriota Juan Villoro.
Recordé con nostalgia la noche en que E y yo caminábamos con un frío perruno por calles de Coyoacán, en búsqueda de una presentación de un libro de Villoro... y cómo llegamos ahí y aprendimos tanto...
Este artículo me parece genial... lo único que puedo decirles es: '¡Buen provecho!'
Un breve texto incluido en “Safari accidental”, un volumen de crónicas y ensayos inédito en la Argentina, donde el autor de “Los culpables” reflexiona sobre el curioso culto mexicano al chile y la singular manía de sus connacionales de comer cosas picantes.
Por Juan Villoro
Charles de Gaulle se quejaba de lo difícil que era gobernar una nación con más de 300 tipos de quesos. Lo mismo puede decirse de México y sus chiles. El único rasgo común de esta diversidad es el siguiente: cuando le preguntas a un mexicano si algo pica, te dice que no. No conozco al mesero capaz de advertirle al comensal que la boca se le va a incendiar. Se considera traición a la patria reconocer la misión esencial de un chile de árbol o chipotle, que consiste en sacar intensas gotas de sudor de la coronilla del afectado. “Yo soy como el chile verde, picante pero sabroso”, dice una de las más extravagantes letras de la canción ranchera. En la dramática nación de Jorge Negrete, lo picante es sabroso.
Aunque algunas variantes de lo picoso perforan el duodeno, cuando hablamos de chile, preferimos enunciar sus contribuciones nutritivas: tiene mucha vitamina C. Luego agregamos que en algo se parece a nuestros políticos: cada vez se le descubren más propiedades.
No todos los chiles que llevamos a nuestras tortillas son oriundos de México. El más picante de la república lleva el nombre de habanero. Se trata de un apéndice furioso y amarillo que llegó de Java en el Galeón de Manila y se convirtió en condimento decisivo de la cocina yucateca. En un principio se le decía “javanero”, pero como en Mérida las cosas buenas vienen de La Habana, adoptó un nombre más seductor. Sus semillas queman la lengua como pólvora encendida.
La cultura del chile está unida a la escatología, y el habanero es uno de sus pocos exponentes que “no quema dos veces”. Cuesta trabajo hablar con estilo de estas cuestiones, pero la vida en compañía del chile está acompañada de toda clase de aventuras gastrointestinales, a tal grado que hemos hecho de la diarrea una forma del patriotismo. Cuando el indigesto visitante pasa sus vacaciones en el excusado, decimos con vindicativo orgullo que fue víctima de la “revancha de Moctezuma”. En otras palabras: nos conquistaron pero hemos encontrado una manera rencorosa de entrar en las entrañas de los extranjeros.
Hacer algo “a valor mexicano” significa hacerlo con muchas molestias y ninguna racionalidad. El principal rasgo de este masoquista sentido del honor consiste en comer chile a granel. Cuando estamos en el extranjero y nos ofrecen un ají de la India o Pakistán, le entramos con fe, sin probar la fuerza del adversario con la punta de la lengua. En ese momento de arrebatadora definición nacional, confundimos las miradas de los testigos con la admiración e incluso la excitación erótica. En su novela Ciudades desiertas, José Agustín hace que un mexicano con más complejos que Huitzilopochtli cene con un polaco que se ha acostado con su mujer y decida superarlo comiendo chile. Lo único que logra es una indigestión digna del infierno azteca. La escena captura el sentido de la hombría inherente a la deliciosa exageración de comer picante.
Por su forma y encendido temperamento, el chile representa en el argot vernáculo al sexo masculino. Lo interesante de esta mezcla de erotismo y gastronomía es que revierte las condiciones de la supremaciía sexual. A diferencia de lo que sucede con Godzilla o el cine porno, aquí el tamaño no importa. Lo fundamental es el contenido. “Chiquito pero picoso”, decimos para elogiar a alguien débil que se sale con la suya en forma improbable. En un ámbito donde los adolescentes usan la cinta métrica con más constancia que los sastres para medir su dotación fálica, los chiles ofrecen una cultura alterna en la que se puede triunfar con menos envoltura. La quintaesencia del picor nunca se encuentra en los chiles voluminosos, que sólo mejoran rellenos de queso o carne molida. El extracto esencial y arrebatador proviene de los ejemplares mínimos que concentran sus detonaciones.
Los muy variados matices que el ardor adquiere en nuestra cocina, llevaron a Italo Calvino a compararla con la estética barroca: “Así como el barroco colonial no ponía límites a la profusión de los ornamentos y al lujo, por lo cual la presencia de Dios era identificada en un delirio minuciosamente calculado de sensaciones, así la quemadura de las más de cien variedades indígenas de pimientos sabiamente escogidos para cada plato abría las perspectivas del éxtasis flamígero”.
Calvino recuerda la contigüidad de las palabras “sabor” y “saber”, y decide indagar el pasado mexicano a través de los mensajes herméticos que se conservan en las salsas, picantes comunicados de un tiempo que se disuelve en el mito y perdura en claves rotas y misteriosos sobreentendidos. Una de las más provocadoras y acaso irrefutables conclusiones es que el turbador efecto de nuestros guisos tiene su inquietante origen en la antropofagia. En Oaxaca, el autor de Bajo el sol jaguar degustó viandas preparadas con recetas de monjas que quizá buscaban un afrodisíaco absoluto –no el estímulo para el sexo que no podían practicar, sino la quemadura perfecta en sustitución del sexo–-; de ahí, su cadena de suposiciones pasó a una escala superior, la relación con lo sagrado: la cocina como comunión. La mente occidental puede desandar el camino hasta las monjas de clausura, las criadas que les ayudaban a desplumar las gallinas, el pacto sensual que establecían con los sacerdotes que se quemaban la lengua con sus hirvientes artificios. Más arduo es volver a los primeros usuarios del picante, los indios que adobaban iguanas y armadillos. En la alborada de la historia mexicana, el rito dependía de la carnicería, y quizá también del arte de sazonar al prójimo. ¿Qué sucedía con las víctimas de los sacrificios humanos después de las ceremonias? Las vísceras eran ofrecidas a los buitres para que las llevaran al cielo y saciaran el apetito de los dioses, y los corazones eran guardados en un tzompantli, antecedente religioso del tupperware. ¿Qué pasaba con el resto de ese cuerpo que ya era sagrado? En la Colonia, los evangelizadores no tuvieron dificultad en imponer la comunión porque en numerosos ritos prehispánicos se comían figuras que representaban dioses o hijos de dioses. Calvino se pregunta si los aztecas no habrán incurrido en un consumo más literal de los cuerpos divinizados en el rito. Desde un punto de vista religioso, la carne sacrificial significaba una impecable merienda. Para vencer el prejuicio de comerse un vecino, nada resultaba más práctico que hundir sus filetes en salsa verde, sustancia que impide distinguir la carne de un hermano de la de una gallina.
Pero hay una hipótesis más inquietante: es posible que el sugerente picor del chile sirviera no para ocultar, sino para resaltar el gusto de aquella innombrable materia prima. En tono de reveladores vacilaciones, escribe Calvino: “Tal vez aquel sabor asomaba de todos modos... aun en medio de otros sabores... Tal vez no se podía, no se debía esconderlo... Si no, era como no comer lo que se comía... Tal vez los otros sabores tenían la función de exaltar aquel sabor, de darle un fondo digno, de honrarlo...”
Si la supremacía del chile encierra un pasado de antropofagia, no hemos encontrado mejor remedio que superarlo que comer más chile. Se trata de una ocupación full-time. Ningún rincón del día es ajeno a las posibilidades del picante, de los huevos rancheros en el desayuno a los postres rociados de polvillo rojo en la cena, pasando por los cacahuates enchilados en el aperitivo del mediodía.
Este integrismo sólo se puede inculcar en la infancia, a través de golosinas agri-picosas. La imaginación popular ha llevado a creaciones tan sublimes como el Pelón Pelo Rico, muñeco al que se le presiona un conducto para que le crezca una melena de tamarindo con chile. Esta pedagogía del ardor avanza hasta la graduación en la que el discípulo ya no sabe si le gusta lo que le pica o le pica lo que le gusta.
La cocina mexicana es lo que ocurre entre la constancia del maíz y la multiplicación de los picantes. Sus aventuras más extremas nos devuelven siempre al punto de partida. En el centro de la ciudad de México, la Fonda Don Chon preserva la cocina prehispánica y al mismo tiempo especula acerca de la ruta que habrían tenido los sabores mexicanos en caso de haber desviado el rumbo. Una de sus más célebres especialidades, la tortilla de crisantemo con salsa de mango coronada de angulas, representa un curioso ejercicio antropológico. Un país con tantas frutas y flores como México repudió esas posibilidades, a pesar de que nunca le ha hecho el feo a lo extraño, según demuestra nuestra sostenida capacidad de comer insectos. La tortilla de crisantemo de Don Chon revela que desviar el camino de los apetitos resulta interesante porque nos permite anhelar de nuevo las habituales tortillas de maíz. Nuestro paladar no se rige por el síndrome de Marco Polo, sino por el de Ulises.
El filósofo Ludwig Feuerbach se sirvió de un juego de palabras en alemán para decir: Der Mensch ist war er isst (el hombre es lo que come). Si damos crédito a este esencialismo, podemos deducir que la identidad del mexicano es siempre provisional: está demasiado enchilado para concentrarse. Su “ser en sí” representa una contradicción viva. En la cultura del picante, el placer y el castigo son términos equivalentes: “¡Está sabrosísimo!”, dice el doliente a quien el chile le saca lagrimones. No es casual que un país donde el triunfo se parece tanto a la derrota haya encontrado una paradójica forma de disfrutar mientras sufre. Estamos, a fin de cuentas, en la nación donde los mariachis interrumpen sus canciones cuando llega el vendedor de toques eléctricos y los contertulios se toman de las manos para compartir descargas. La dicha mexicana será dramática o no será.
Nuestro plural uso del chile sugiere que deberíamos estar muertos o por lo menos tan despellejados como el dios Xipe-Totec, señor de la Renovación. Con todo, algo parece indicar que tenemos la dieta que nos conviene. Tal vez los numerosos chiles se neutralizan entre sí (la salsa de mole incluye tantas variedades de picante que la síntesis final no recuerda a ninguna en particular). Es posible que los belicosos chiles se combatan unos a otros como los incansables y paranoicos dioses del panteón azteca. Aunque vivimos para cortejar la muerte, nos pasa como a los suicidas que se toman el botiquín entero y se salvan porque los somníferos son anulados por los estimulantes. En otras palabras: sobrevivimos porque recurrimos a demasiadas formas contradictorias de hacernos daño.
Un gran amigo chileno-uruguayo-boricua (mi queridísimo Avatar) me envió el siguiente escrito publicado en la 'Revista Ñ' (mágica publicación) y que escribió uno de mis autores favoritos: mi compatriota Juan Villoro.
Recordé con nostalgia la noche en que E y yo caminábamos con un frío perruno por calles de Coyoacán, en búsqueda de una presentación de un libro de Villoro... y cómo llegamos ahí y aprendimos tanto...
Este artículo me parece genial... lo único que puedo decirles es: '¡Buen provecho!'
Un breve texto incluido en “Safari accidental”, un volumen de crónicas y ensayos inédito en la Argentina, donde el autor de “Los culpables” reflexiona sobre el curioso culto mexicano al chile y la singular manía de sus connacionales de comer cosas picantes.
Por Juan Villoro
Charles de Gaulle se quejaba de lo difícil que era gobernar una nación con más de 300 tipos de quesos. Lo mismo puede decirse de México y sus chiles. El único rasgo común de esta diversidad es el siguiente: cuando le preguntas a un mexicano si algo pica, te dice que no. No conozco al mesero capaz de advertirle al comensal que la boca se le va a incendiar. Se considera traición a la patria reconocer la misión esencial de un chile de árbol o chipotle, que consiste en sacar intensas gotas de sudor de la coronilla del afectado. “Yo soy como el chile verde, picante pero sabroso”, dice una de las más extravagantes letras de la canción ranchera. En la dramática nación de Jorge Negrete, lo picante es sabroso.
Aunque algunas variantes de lo picoso perforan el duodeno, cuando hablamos de chile, preferimos enunciar sus contribuciones nutritivas: tiene mucha vitamina C. Luego agregamos que en algo se parece a nuestros políticos: cada vez se le descubren más propiedades.
No todos los chiles que llevamos a nuestras tortillas son oriundos de México. El más picante de la república lleva el nombre de habanero. Se trata de un apéndice furioso y amarillo que llegó de Java en el Galeón de Manila y se convirtió en condimento decisivo de la cocina yucateca. En un principio se le decía “javanero”, pero como en Mérida las cosas buenas vienen de La Habana, adoptó un nombre más seductor. Sus semillas queman la lengua como pólvora encendida.
La cultura del chile está unida a la escatología, y el habanero es uno de sus pocos exponentes que “no quema dos veces”. Cuesta trabajo hablar con estilo de estas cuestiones, pero la vida en compañía del chile está acompañada de toda clase de aventuras gastrointestinales, a tal grado que hemos hecho de la diarrea una forma del patriotismo. Cuando el indigesto visitante pasa sus vacaciones en el excusado, decimos con vindicativo orgullo que fue víctima de la “revancha de Moctezuma”. En otras palabras: nos conquistaron pero hemos encontrado una manera rencorosa de entrar en las entrañas de los extranjeros.
Hacer algo “a valor mexicano” significa hacerlo con muchas molestias y ninguna racionalidad. El principal rasgo de este masoquista sentido del honor consiste en comer chile a granel. Cuando estamos en el extranjero y nos ofrecen un ají de la India o Pakistán, le entramos con fe, sin probar la fuerza del adversario con la punta de la lengua. En ese momento de arrebatadora definición nacional, confundimos las miradas de los testigos con la admiración e incluso la excitación erótica. En su novela Ciudades desiertas, José Agustín hace que un mexicano con más complejos que Huitzilopochtli cene con un polaco que se ha acostado con su mujer y decida superarlo comiendo chile. Lo único que logra es una indigestión digna del infierno azteca. La escena captura el sentido de la hombría inherente a la deliciosa exageración de comer picante.
Por su forma y encendido temperamento, el chile representa en el argot vernáculo al sexo masculino. Lo interesante de esta mezcla de erotismo y gastronomía es que revierte las condiciones de la supremaciía sexual. A diferencia de lo que sucede con Godzilla o el cine porno, aquí el tamaño no importa. Lo fundamental es el contenido. “Chiquito pero picoso”, decimos para elogiar a alguien débil que se sale con la suya en forma improbable. En un ámbito donde los adolescentes usan la cinta métrica con más constancia que los sastres para medir su dotación fálica, los chiles ofrecen una cultura alterna en la que se puede triunfar con menos envoltura. La quintaesencia del picor nunca se encuentra en los chiles voluminosos, que sólo mejoran rellenos de queso o carne molida. El extracto esencial y arrebatador proviene de los ejemplares mínimos que concentran sus detonaciones.
Los muy variados matices que el ardor adquiere en nuestra cocina, llevaron a Italo Calvino a compararla con la estética barroca: “Así como el barroco colonial no ponía límites a la profusión de los ornamentos y al lujo, por lo cual la presencia de Dios era identificada en un delirio minuciosamente calculado de sensaciones, así la quemadura de las más de cien variedades indígenas de pimientos sabiamente escogidos para cada plato abría las perspectivas del éxtasis flamígero”.
Calvino recuerda la contigüidad de las palabras “sabor” y “saber”, y decide indagar el pasado mexicano a través de los mensajes herméticos que se conservan en las salsas, picantes comunicados de un tiempo que se disuelve en el mito y perdura en claves rotas y misteriosos sobreentendidos. Una de las más provocadoras y acaso irrefutables conclusiones es que el turbador efecto de nuestros guisos tiene su inquietante origen en la antropofagia. En Oaxaca, el autor de Bajo el sol jaguar degustó viandas preparadas con recetas de monjas que quizá buscaban un afrodisíaco absoluto –no el estímulo para el sexo que no podían practicar, sino la quemadura perfecta en sustitución del sexo–-; de ahí, su cadena de suposiciones pasó a una escala superior, la relación con lo sagrado: la cocina como comunión. La mente occidental puede desandar el camino hasta las monjas de clausura, las criadas que les ayudaban a desplumar las gallinas, el pacto sensual que establecían con los sacerdotes que se quemaban la lengua con sus hirvientes artificios. Más arduo es volver a los primeros usuarios del picante, los indios que adobaban iguanas y armadillos. En la alborada de la historia mexicana, el rito dependía de la carnicería, y quizá también del arte de sazonar al prójimo. ¿Qué sucedía con las víctimas de los sacrificios humanos después de las ceremonias? Las vísceras eran ofrecidas a los buitres para que las llevaran al cielo y saciaran el apetito de los dioses, y los corazones eran guardados en un tzompantli, antecedente religioso del tupperware. ¿Qué pasaba con el resto de ese cuerpo que ya era sagrado? En la Colonia, los evangelizadores no tuvieron dificultad en imponer la comunión porque en numerosos ritos prehispánicos se comían figuras que representaban dioses o hijos de dioses. Calvino se pregunta si los aztecas no habrán incurrido en un consumo más literal de los cuerpos divinizados en el rito. Desde un punto de vista religioso, la carne sacrificial significaba una impecable merienda. Para vencer el prejuicio de comerse un vecino, nada resultaba más práctico que hundir sus filetes en salsa verde, sustancia que impide distinguir la carne de un hermano de la de una gallina.
Pero hay una hipótesis más inquietante: es posible que el sugerente picor del chile sirviera no para ocultar, sino para resaltar el gusto de aquella innombrable materia prima. En tono de reveladores vacilaciones, escribe Calvino: “Tal vez aquel sabor asomaba de todos modos... aun en medio de otros sabores... Tal vez no se podía, no se debía esconderlo... Si no, era como no comer lo que se comía... Tal vez los otros sabores tenían la función de exaltar aquel sabor, de darle un fondo digno, de honrarlo...”
Si la supremacía del chile encierra un pasado de antropofagia, no hemos encontrado mejor remedio que superarlo que comer más chile. Se trata de una ocupación full-time. Ningún rincón del día es ajeno a las posibilidades del picante, de los huevos rancheros en el desayuno a los postres rociados de polvillo rojo en la cena, pasando por los cacahuates enchilados en el aperitivo del mediodía.
Este integrismo sólo se puede inculcar en la infancia, a través de golosinas agri-picosas. La imaginación popular ha llevado a creaciones tan sublimes como el Pelón Pelo Rico, muñeco al que se le presiona un conducto para que le crezca una melena de tamarindo con chile. Esta pedagogía del ardor avanza hasta la graduación en la que el discípulo ya no sabe si le gusta lo que le pica o le pica lo que le gusta.
La cocina mexicana es lo que ocurre entre la constancia del maíz y la multiplicación de los picantes. Sus aventuras más extremas nos devuelven siempre al punto de partida. En el centro de la ciudad de México, la Fonda Don Chon preserva la cocina prehispánica y al mismo tiempo especula acerca de la ruta que habrían tenido los sabores mexicanos en caso de haber desviado el rumbo. Una de sus más célebres especialidades, la tortilla de crisantemo con salsa de mango coronada de angulas, representa un curioso ejercicio antropológico. Un país con tantas frutas y flores como México repudió esas posibilidades, a pesar de que nunca le ha hecho el feo a lo extraño, según demuestra nuestra sostenida capacidad de comer insectos. La tortilla de crisantemo de Don Chon revela que desviar el camino de los apetitos resulta interesante porque nos permite anhelar de nuevo las habituales tortillas de maíz. Nuestro paladar no se rige por el síndrome de Marco Polo, sino por el de Ulises.
El filósofo Ludwig Feuerbach se sirvió de un juego de palabras en alemán para decir: Der Mensch ist war er isst (el hombre es lo que come). Si damos crédito a este esencialismo, podemos deducir que la identidad del mexicano es siempre provisional: está demasiado enchilado para concentrarse. Su “ser en sí” representa una contradicción viva. En la cultura del picante, el placer y el castigo son términos equivalentes: “¡Está sabrosísimo!”, dice el doliente a quien el chile le saca lagrimones. No es casual que un país donde el triunfo se parece tanto a la derrota haya encontrado una paradójica forma de disfrutar mientras sufre. Estamos, a fin de cuentas, en la nación donde los mariachis interrumpen sus canciones cuando llega el vendedor de toques eléctricos y los contertulios se toman de las manos para compartir descargas. La dicha mexicana será dramática o no será.
Nuestro plural uso del chile sugiere que deberíamos estar muertos o por lo menos tan despellejados como el dios Xipe-Totec, señor de la Renovación. Con todo, algo parece indicar que tenemos la dieta que nos conviene. Tal vez los numerosos chiles se neutralizan entre sí (la salsa de mole incluye tantas variedades de picante que la síntesis final no recuerda a ninguna en particular). Es posible que los belicosos chiles se combatan unos a otros como los incansables y paranoicos dioses del panteón azteca. Aunque vivimos para cortejar la muerte, nos pasa como a los suicidas que se toman el botiquín entero y se salvan porque los somníferos son anulados por los estimulantes. En otras palabras: sobrevivimos porque recurrimos a demasiadas formas contradictorias de hacernos daño.
jueves, 29 de septiembre de 2011
Primer estrella de la tarde
O me dejó en los labios una esencia a cherry (¿o será strawberry?) y como usó uno de esos labiales que brillan y se quedan extrafijos en las superficies, todo el camino a la oficina me fui relamiendo el pegoste.
Escuchaba a Fernando Delgadillo, y con ese labial que nomás no se iba (incluso raspándolo con los dientes) lo único que podía pensar era en O y sus primeros viajes a México. Y cuando no era eso, eran los conciertos en pequeños auditorios, incluso librerías, en los tiempos en que iba a ver a Fernando Delgadillo, y yo era un chilango más en plena pubertad.
Quizá la culpa de todo esto la tiene Sil. No sé si es todavía el Jet lag o la primera fase del regreso a la realidad (después de 1 año en Sussex con mi compadre el Doc) pero la Sil regresó aparentemente a poner orden en sus álbumes de fotos y sus archivos viejos.
En esos álbumes y archivos viejos estoy yo, y es normal, porque hace mínimo 4 años que no formo parte del presente de mis amigos de siempre, los imprescindibles.
Primero fue una carta que nos escribió uno de los personajes más exóticos e inolvidables que conoceré en mi vida. Ese peculiar amigo-vecino-abuelo-mentor hawaiano que nos ayudó tanto cuando Sil, Diana y yo éramos hermanitos en Washington.
Hablando un castellano muy español, este hawaiano, hijo de inmigrantes chinos, durante los 70's y parte de los 80's viajó medio mundo con su guitarra y sus canciones de Bob Dylan bien memorizadas… viviendo la vida hippie al límite.
La carta contiene mensajes para cada uno de nosotros. La mía dice lo siguiente:
Eduardo, you have a special destiny. You will travel abroad and experience the uniqueness of the many cultures of the world. You will gather the wisdom of wise and learned individuals. After gathering wisdom, you will synthesize your thoughts in a book from which you launch an advocacy for gender equity in your homeland. You will fight to ensure that women receive equal opportunities, salaries, and promotions within government and the private and non profit sector. You, too, will pursue an advance degree that is yet unknown. Your role as a male is crucial to ensure that women are provided equal opportunities, especially the poor and indigenous native Mexicans.
Yo le aprendí mucho a 'D' (así llamaremos a nuestro amigo hawaiano), sobretodo de música, de Bob Dylan, de la época Hippie de verdad, de lo que fue viajar durante casi dos décadas por el mundo con su guitarra y sus canciones.
Si llego a cumplir la visión que 'D' tenía (¿tiene?) de mi, eso no lo sé…
Y miro las fotos que Sil comparte de aquellos días, y en varias de ellas sale O, cuando éramos amigos y nada de lo que existe, existía.
-----------------------------------------
'Primer estrella de la tarde', es la canción de Fernando Delgadillo que no me deja en paz. Una canción sumamente profunda, que habla de un México que sólo los mexicanos entendemos, ese México que lleva unos 3,000 años esperando… el regreso del Dios, y lo que la llegada de un falso Dios representó para nuestro pueblo.
Escuchaba a Fernando Delgadillo, y con ese labial que nomás no se iba (incluso raspándolo con los dientes) lo único que podía pensar era en O y sus primeros viajes a México. Y cuando no era eso, eran los conciertos en pequeños auditorios, incluso librerías, en los tiempos en que iba a ver a Fernando Delgadillo, y yo era un chilango más en plena pubertad.
Quizá la culpa de todo esto la tiene Sil. No sé si es todavía el Jet lag o la primera fase del regreso a la realidad (después de 1 año en Sussex con mi compadre el Doc) pero la Sil regresó aparentemente a poner orden en sus álbumes de fotos y sus archivos viejos.
En esos álbumes y archivos viejos estoy yo, y es normal, porque hace mínimo 4 años que no formo parte del presente de mis amigos de siempre, los imprescindibles.
Primero fue una carta que nos escribió uno de los personajes más exóticos e inolvidables que conoceré en mi vida. Ese peculiar amigo-vecino-abuelo-mentor hawaiano que nos ayudó tanto cuando Sil, Diana y yo éramos hermanitos en Washington.
Hablando un castellano muy español, este hawaiano, hijo de inmigrantes chinos, durante los 70's y parte de los 80's viajó medio mundo con su guitarra y sus canciones de Bob Dylan bien memorizadas… viviendo la vida hippie al límite.
La carta contiene mensajes para cada uno de nosotros. La mía dice lo siguiente:
Eduardo, you have a special destiny. You will travel abroad and experience the uniqueness of the many cultures of the world. You will gather the wisdom of wise and learned individuals. After gathering wisdom, you will synthesize your thoughts in a book from which you launch an advocacy for gender equity in your homeland. You will fight to ensure that women receive equal opportunities, salaries, and promotions within government and the private and non profit sector. You, too, will pursue an advance degree that is yet unknown. Your role as a male is crucial to ensure that women are provided equal opportunities, especially the poor and indigenous native Mexicans.
Yo le aprendí mucho a 'D' (así llamaremos a nuestro amigo hawaiano), sobretodo de música, de Bob Dylan, de la época Hippie de verdad, de lo que fue viajar durante casi dos décadas por el mundo con su guitarra y sus canciones.
Si llego a cumplir la visión que 'D' tenía (¿tiene?) de mi, eso no lo sé…
Y miro las fotos que Sil comparte de aquellos días, y en varias de ellas sale O, cuando éramos amigos y nada de lo que existe, existía.
-----------------------------------------
'Primer estrella de la tarde', es la canción de Fernando Delgadillo que no me deja en paz. Una canción sumamente profunda, que habla de un México que sólo los mexicanos entendemos, ese México que lleva unos 3,000 años esperando… el regreso del Dios, y lo que la llegada de un falso Dios representó para nuestro pueblo.
viernes, 23 de septiembre de 2011
Bolaño
Yo conocí a Bolaño cuando todavía estaba vivo. Bueno, nunca en persona… vamos, pero tuve en mis manos 'La literatura nazi en América' cuando ya Bolaño se había afeitado, y ya casi no participaba en concursos regionales de cuentos. Cuando Bolaño ya tenía más o menos asegurada cada comida y tenía ese aire de Chaplin, de Fito Páez y casi nadie sabía que estaba muriéndose... y todavía no ganaba ni el Gallegos, ni el Herralde y todavía 'Los detectives salvajes' era un rumor.
A Bolaño se lo debo a I y a E, grandes amigos, y también a mis libreros de Coyoacán, lugar que Bolaño también visitó en los 70's. Por cierto, me entero que Bolaño dijo -poéticamente- que nunca regresó a México, porque si no se hubiese muerto en México. Ese México fantasmagórico, mágico, urbano, desértico, asesino, amoroso que él supo vivir, que él supo plasmar.
Qué ganas tengo de volver a leer 'Los detectives'… Recuerdo cuando lo terminé de leer, me quedé sin habla, O se asustó, también mi cuñada, y me trajeron agua y me acostaron en una cama… yo lo único que decía es que sentía que el autor había jugado conmigo durante 2 días, y que me había encantado. Muchas veces me acuerdo de una cita que recurrentemente se la digo a O y que pertenece a Bolaño: 'Es mejor ver TV que leer un Best Seller'. Fanático del cine, de los videojuegos… así era el maestro Roberto.
Luego me encerré a leer 2666… su novela inacabada, el seguro económico de su familia y cuando lo terminé, lo comencé de nuevo. Y todavía, de vez en cuando, como cojo un vaso de agua o me como una manzana, vuelvo a releerlo, lo ojeo… me gusta tenerlo cerca.
Desde hace unos 4 ó 5 años veo al gran mundo literario traducirlo a Bolaño al inglés, al chino, al alemán… salir sus cuentos en The New Yorker… hablar de él como se habla de Borges. Se reiría... se cagaría de risa, pero creo que estaría feliz.
Yo creo que el maestro Roberto, caminó este mundo y se cagó de risa, y en alguno de sus inviernos fríos de la Costa Brava decidió que antes de irse se iba a pasar por la piedra a todos los lectores -y los dueños de editoriales- posibles… eso sí, por el bien de la literatura, y garantizar el bienestar económico de sus hijos.
Qué grande es Bolaño. Pese a su fama, pese a que casi cualquiera lo nombra. Qué bien le vino al Mundo, a Iberoamérica éste gigante.
Yo que siempre soñé en vivir en los tiempos de un gran escritor y leerlo todavía él vivo, ese estúpido deseo lo cumplí con él.
Me armaré de valor, y mañana, comienzo por segunda vez 'Los detectives'. No creo que a O le guste esto, pero yo le hablaré de Bolaño, y sé que ella entenderá.
------------------------------
Si quiero juntar algo de música con la figura de Bolaño, se me ocurre de pronto Soda Estereo y 'Ella usó mi cabeza como un revolver'. No lo sé, pero me parece que al maestro Roberto le gustaría.
A Bolaño se lo debo a I y a E, grandes amigos, y también a mis libreros de Coyoacán, lugar que Bolaño también visitó en los 70's. Por cierto, me entero que Bolaño dijo -poéticamente- que nunca regresó a México, porque si no se hubiese muerto en México. Ese México fantasmagórico, mágico, urbano, desértico, asesino, amoroso que él supo vivir, que él supo plasmar.
Qué ganas tengo de volver a leer 'Los detectives'… Recuerdo cuando lo terminé de leer, me quedé sin habla, O se asustó, también mi cuñada, y me trajeron agua y me acostaron en una cama… yo lo único que decía es que sentía que el autor había jugado conmigo durante 2 días, y que me había encantado. Muchas veces me acuerdo de una cita que recurrentemente se la digo a O y que pertenece a Bolaño: 'Es mejor ver TV que leer un Best Seller'. Fanático del cine, de los videojuegos… así era el maestro Roberto.
Luego me encerré a leer 2666… su novela inacabada, el seguro económico de su familia y cuando lo terminé, lo comencé de nuevo. Y todavía, de vez en cuando, como cojo un vaso de agua o me como una manzana, vuelvo a releerlo, lo ojeo… me gusta tenerlo cerca.
Desde hace unos 4 ó 5 años veo al gran mundo literario traducirlo a Bolaño al inglés, al chino, al alemán… salir sus cuentos en The New Yorker… hablar de él como se habla de Borges. Se reiría... se cagaría de risa, pero creo que estaría feliz.
Yo creo que el maestro Roberto, caminó este mundo y se cagó de risa, y en alguno de sus inviernos fríos de la Costa Brava decidió que antes de irse se iba a pasar por la piedra a todos los lectores -y los dueños de editoriales- posibles… eso sí, por el bien de la literatura, y garantizar el bienestar económico de sus hijos.
Qué grande es Bolaño. Pese a su fama, pese a que casi cualquiera lo nombra. Qué bien le vino al Mundo, a Iberoamérica éste gigante.
Yo que siempre soñé en vivir en los tiempos de un gran escritor y leerlo todavía él vivo, ese estúpido deseo lo cumplí con él.
Me armaré de valor, y mañana, comienzo por segunda vez 'Los detectives'. No creo que a O le guste esto, pero yo le hablaré de Bolaño, y sé que ella entenderá.
------------------------------
Si quiero juntar algo de música con la figura de Bolaño, se me ocurre de pronto Soda Estereo y 'Ella usó mi cabeza como un revolver'. No lo sé, pero me parece que al maestro Roberto le gustaría.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Maps...
En rollingstone.com encontré esta bella interpretación de mi compatriota Ximena Sariñana. Yo se los digo desde ya, esta chica (que cada vez está más guapa) será una gran pero gran estrella... tiene un talento y una creatividad difícil de cuantificar.
"Mexican pop singer Ximena Sariñana stopped by the Rolling Stone studio recently to perform two songs from her brand new album, Ximena Sariñana, as well as a cover of the Yeah Yeah Yeahs hit "Maps." After the set, she explained why she wanted to write upbeat numbers for her second record and how she explored the possibilities of rich, layered production with TV on the Radio's Dave Sitek".
"Mexican pop singer Ximena Sariñana stopped by the Rolling Stone studio recently to perform two songs from her brand new album, Ximena Sariñana, as well as a cover of the Yeah Yeah Yeahs hit "Maps." After the set, she explained why she wanted to write upbeat numbers for her second record and how she explored the possibilities of rich, layered production with TV on the Radio's Dave Sitek".
lunes, 12 de septiembre de 2011
'La violencia es temporal'
Que M entreviste al Dalai Lama es un hecho para la posteridad. M siempre ha sido un maestro, un grandísimo amigo... a manera de festejo, muestra de orgullo, aquí reproduzco la entrevista que salió publicada en REFORMA.
Por Miguel de la Vega
Ciudad de México (12 septiembre 2011).- Venerado por millones de personas por su mensaje de paz y no violencia, el Dalai Lama tiene claro que cuando un delincuente te apunta con una pistola, no es momento para ponerse a meditar.
"Hay que tomar algún tipo de acción acorde con las circunstancias", explica en entrevista con Grupo Reforma, en el último día de su tercera visita a México.
La violencia cotidiana, dice Tenzin Gyatso, su nombre oficial, no se resuelve solamente aplicando la compasión. Sin embargo, aclara, en el largo plazo se puede lograr, pero para eso se requiere, precisamente, formar a las nuevas generaciones en un sistema de valores.
Pero en esta ecuación, advierte, no todo es un asunto espiritual, también hay un elemento de tipo terrenal: es necesario cerrar la brecha entre pobres y ricos.
El perro loco
Lo primero que sorprende del Dalai Lama es su buen humor. Su energía. Su sonrisa rápida.
Es el líder del Tíbet en el exilio, el dolor de cabeza del gobierno comunista chino, el ganador del Premio Nobel de la Paz, uno de los dirigentes espirituales más admirados del mundo y, sin embargo, él insiste en que es sólo un monje tibetano.
Tan es así que no permite que le gane la solemnidad. Saluda de mano. Escucha las preguntas, contesta con firmeza, a veces con una broma, se ríe de sus propios chistes, y está atento a cada detalle de la conversación.
Recibimos cientos de cartas de los lectores con preguntas para usted. La constante en ellas era: ¿qué hacemos con la violencia?, ¿cómo salvamos al País?
La gente busca paz en muchas partes del mundo. Desean la paz. Y esto se hace más y más fuerte.
Pero cuando la violencia toca a tu puerta es preocupante y se siente temor. Pero no se debe perder la esperanza. Ni la confianza en nosotros mismos. Estas cosas –la violencia, el crimen– son temporales, no permanecerán por siempre.
¿Cómo no perder la fe cuando un ladrón nos apunta con una pistola para robarnos la cartera, el auto...?
Mmmm... Si ves a alguien apuntándote con una pistola... ¡No es momento para meditar! —ríe a carcajadas—. Hay que actuar de manera acorde con la situación. Siempre le digo a la gente que si un perro loco se te aproxima, no es el momento correcto de sentir compasión. En ese momento hay que tomar las medidas apropiadas.
Pero en el largo plazo, y esto no es sólo en México, sino en todo el mundo, el problema es que se le da demasiada importancia del dinero y no a la ética.
¿Cómo se logra esto?
La gente que nos trajo esa atmósfera de temor, siguen adelante con su camino. A ellos no les importa nuestro miedo. Ellos toman su dinero y nos dejan violencia y una corrupción tremenda. Esto es en todo el mundo. En Asia, en particular, la corrupción es inmensa.
Debemos afrontar estos problemas entre todos y hacer un esfuerzo para reducirlos. El compromiso debe ser total.
¿Por dónde empezar?
No es una tarea sencilla. Décadas de discusión sobre la manera de solucionar estos asuntos nos demuestran que algo está fallando en el sistema educativo.
Si ponemos toda esperanza en religión o la fe y los líderes espirituales, no es suficiente. Tenemos que esforzarnos en mejorar la educación, en transformar a nuestros jóvenes, trabajar en la próxima generación.
Eso lleva tiempo.
Claro, no es fácil. Es a largo plazo.
Por ejemplo, en preescolar debemos incluir una clase sobre diálogo espiritual. ¿Para qué? Para que cuando los estudiantes vean un problema, su reacción natural, en su mente, sea buscar cómo resolverlo con el diálogo, no con la confrontación.
El Siglo 20 se caracterizó por ser un baño de sangre. ¿Por qué? Porque ante cualquier desacuerdo, se usaba la fuerza. Inclusive llegó a ser nuclear. Y está probado que esta visión falló.
Necesitamos soluciones más humanas. No la fuerza. Debemos aprender a respetar los intereses del otro y escuchar sus necesidades, sus reclamos, sus dolores.
¿Cree que existe la posibilidad de lograrlo?
Siento que es muy posible. A juzgar por lo sucedido desde los años sesenta, setenta, ha venido cambiando el concepto de cómo usar la fuerza.
La gente quiere democracia, libertad. Ya no son aceptables los sistemas totalitarios, los dictadores. En Europa han desaparecido.
Recientemente comenzó a pasar en el Norte de África. Esto es una clara muestra de que la búsqueda de la paz es más fuerte. Los tiempos están cambiando. Debemos estar más interesados en la gente, en su educación.
En México, ¿cómo podemos lograr una reconciliación nacional?
Ustedes lo saben mejor que yo.
Cuando estuve en Washington, en el Capitolio, les dije a los diferentes partidos: ante los problemas nacionales, las diferencias partidistas son poca cosa. Olvídenlas en favor del interés nacional. Deben trabajar juntos. La razón básica de la violencia es la brecha entre ricos y pobres. Eso genera frustración que se transforma en violencia.
El otro día –en Monterrey– pregunté a la audiencia qué tan grave era la diferencia entre ricos y pobres en México. Me respondieron que era muy grande.
Entonces, ¡hay que reducirla! No sólo está moralmente mal, sino que agrava el problema de la inseguridad y la violencia.
Pero ambos lados, tanto ricos como pobres, deben poner de su parte para solucionarlo.
Los ricos dedicando más dinero, más gasto a educación, salud y apoyos para la gente pobre.
Y del lado de los pobres, también deben cooperar. Deben desarrollar autoestima, confianza en ellos mismos, en lugar de frustración, o celos, o envidia.
Deben trabajar duro y prepararse arduamente. Es de interés nacional.
Volver al Tíbet
A los 76 años, su día inicia a las 3:30 horas cuando se levanta para meditar.
Proclamado Dalai Lama a los cinco años, vivió la invasión china de 1949.
A los 15 años encabezó el éxodo del pueblo tibetano y, desde entonces, es el líder de la lucha pacífica en el exilio.
Usted ha enfrentado a un enemigo poderoso y cruel como China...
No diga China. Los chinos son gente buena. China es un buen país. Más preciso es que nos han enfrentado son algunos comunistas chinos de línea dura.
Bueno, pero ¿cómo le ha hecho para no perder la fe a pesar del hostigamiento de los comunistas de línea dura?
Ellos se irán, China permanecerá.
Mi fe en la gente china no ha disminuido.
Le pregunto esto porque en México hay un cierto sentimiento de desesperanza.
No sólo en México, sino en muchas partes. Eso sucede cuando se ven de manera aislada los problemas, como la inseguridad, la violencia o la economía.
Eso genera frustración y se pierde la esperanza. Necesita una visión holística, hay que ver las cosas desde una perspectiva más amplia. Hay muchas cosas positivas en el mundo y México es parte de él.
¿Cree que podrá regresar al Tíbet antes de morir?
Bueno, si muero la próxima semana, ¡no podré hacerlo! —responde con una carcajada—. Pero si vivo otros 10 años, o 15 o 20, no tengo ninguna duda. Los tiempos están cambiando.
¿El mundo se va a acabar?
El Dalai Lama aceptó responder tres preguntas de los lectores de REFORMA:
- ¿Con qué mantra podemos alejar a nuestros seres queridos de las drogas y qué les podemos decir a los jóvenes que luchan para no volver a caer en ellas?
Un Mantra no te protegerá del uso de drogas o alcohol. Eso fallará.
Lo que te servirá es ¡el sentido común! ¿Para qué usar drogas? Tu mente se volverá loca. La inteligencia humana es maravillosa, pero con las drogas no funciona correctamente. Y además, mucho alcohol arruinará tu salud. ¿Cuáles son las causas de la preocupación? Un maestro budista plantea que ante un problema que enfrentas, debes buscar cuidadosamente las causas y cuando las encuentres no hay necesidad de preocuparse, en lugar de preocuparse hay que esforzarse.
Si el problema no tiene solución entonces tampoco hay que preocuparse pues sólo trae frustraciones.
- ¿Qué hay en la mente de una persona que le prende fuego a un casino y mata a 52 personas?
En el mundo hay cerca de 7 mil millones de personas, algunas están completamente locas. No se puede explicar, no hay razón. Su estado emocional está fuera de control, así es, no hay más.
- ¿El mundo se va a acabar en 2012?
¡Jajaja! Esas son tonterías. Me dijeron que habría una tormenta de arena el próximo año y que los desastres naturales aumentarían por el cambio climático. Eso es más probable. Pero el mundo no se acabará. México seguirá aquí igual que el Tíbet.
Por Miguel de la Vega
Ciudad de México (12 septiembre 2011).- Venerado por millones de personas por su mensaje de paz y no violencia, el Dalai Lama tiene claro que cuando un delincuente te apunta con una pistola, no es momento para ponerse a meditar.
"Hay que tomar algún tipo de acción acorde con las circunstancias", explica en entrevista con Grupo Reforma, en el último día de su tercera visita a México.
La violencia cotidiana, dice Tenzin Gyatso, su nombre oficial, no se resuelve solamente aplicando la compasión. Sin embargo, aclara, en el largo plazo se puede lograr, pero para eso se requiere, precisamente, formar a las nuevas generaciones en un sistema de valores.
Pero en esta ecuación, advierte, no todo es un asunto espiritual, también hay un elemento de tipo terrenal: es necesario cerrar la brecha entre pobres y ricos.
El perro loco
Lo primero que sorprende del Dalai Lama es su buen humor. Su energía. Su sonrisa rápida.
Es el líder del Tíbet en el exilio, el dolor de cabeza del gobierno comunista chino, el ganador del Premio Nobel de la Paz, uno de los dirigentes espirituales más admirados del mundo y, sin embargo, él insiste en que es sólo un monje tibetano.
Tan es así que no permite que le gane la solemnidad. Saluda de mano. Escucha las preguntas, contesta con firmeza, a veces con una broma, se ríe de sus propios chistes, y está atento a cada detalle de la conversación.
Recibimos cientos de cartas de los lectores con preguntas para usted. La constante en ellas era: ¿qué hacemos con la violencia?, ¿cómo salvamos al País?
La gente busca paz en muchas partes del mundo. Desean la paz. Y esto se hace más y más fuerte.
Pero cuando la violencia toca a tu puerta es preocupante y se siente temor. Pero no se debe perder la esperanza. Ni la confianza en nosotros mismos. Estas cosas –la violencia, el crimen– son temporales, no permanecerán por siempre.
¿Cómo no perder la fe cuando un ladrón nos apunta con una pistola para robarnos la cartera, el auto...?
Mmmm... Si ves a alguien apuntándote con una pistola... ¡No es momento para meditar! —ríe a carcajadas—. Hay que actuar de manera acorde con la situación. Siempre le digo a la gente que si un perro loco se te aproxima, no es el momento correcto de sentir compasión. En ese momento hay que tomar las medidas apropiadas.
Pero en el largo plazo, y esto no es sólo en México, sino en todo el mundo, el problema es que se le da demasiada importancia del dinero y no a la ética.
¿Cómo se logra esto?
La gente que nos trajo esa atmósfera de temor, siguen adelante con su camino. A ellos no les importa nuestro miedo. Ellos toman su dinero y nos dejan violencia y una corrupción tremenda. Esto es en todo el mundo. En Asia, en particular, la corrupción es inmensa.
Debemos afrontar estos problemas entre todos y hacer un esfuerzo para reducirlos. El compromiso debe ser total.
¿Por dónde empezar?
No es una tarea sencilla. Décadas de discusión sobre la manera de solucionar estos asuntos nos demuestran que algo está fallando en el sistema educativo.
Si ponemos toda esperanza en religión o la fe y los líderes espirituales, no es suficiente. Tenemos que esforzarnos en mejorar la educación, en transformar a nuestros jóvenes, trabajar en la próxima generación.
Eso lleva tiempo.
Claro, no es fácil. Es a largo plazo.
Por ejemplo, en preescolar debemos incluir una clase sobre diálogo espiritual. ¿Para qué? Para que cuando los estudiantes vean un problema, su reacción natural, en su mente, sea buscar cómo resolverlo con el diálogo, no con la confrontación.
El Siglo 20 se caracterizó por ser un baño de sangre. ¿Por qué? Porque ante cualquier desacuerdo, se usaba la fuerza. Inclusive llegó a ser nuclear. Y está probado que esta visión falló.
Necesitamos soluciones más humanas. No la fuerza. Debemos aprender a respetar los intereses del otro y escuchar sus necesidades, sus reclamos, sus dolores.
¿Cree que existe la posibilidad de lograrlo?
Siento que es muy posible. A juzgar por lo sucedido desde los años sesenta, setenta, ha venido cambiando el concepto de cómo usar la fuerza.
La gente quiere democracia, libertad. Ya no son aceptables los sistemas totalitarios, los dictadores. En Europa han desaparecido.
Recientemente comenzó a pasar en el Norte de África. Esto es una clara muestra de que la búsqueda de la paz es más fuerte. Los tiempos están cambiando. Debemos estar más interesados en la gente, en su educación.
En México, ¿cómo podemos lograr una reconciliación nacional?
Ustedes lo saben mejor que yo.
Cuando estuve en Washington, en el Capitolio, les dije a los diferentes partidos: ante los problemas nacionales, las diferencias partidistas son poca cosa. Olvídenlas en favor del interés nacional. Deben trabajar juntos. La razón básica de la violencia es la brecha entre ricos y pobres. Eso genera frustración que se transforma en violencia.
El otro día –en Monterrey– pregunté a la audiencia qué tan grave era la diferencia entre ricos y pobres en México. Me respondieron que era muy grande.
Entonces, ¡hay que reducirla! No sólo está moralmente mal, sino que agrava el problema de la inseguridad y la violencia.
Pero ambos lados, tanto ricos como pobres, deben poner de su parte para solucionarlo.
Los ricos dedicando más dinero, más gasto a educación, salud y apoyos para la gente pobre.
Y del lado de los pobres, también deben cooperar. Deben desarrollar autoestima, confianza en ellos mismos, en lugar de frustración, o celos, o envidia.
Deben trabajar duro y prepararse arduamente. Es de interés nacional.
Volver al Tíbet
A los 76 años, su día inicia a las 3:30 horas cuando se levanta para meditar.
Proclamado Dalai Lama a los cinco años, vivió la invasión china de 1949.
A los 15 años encabezó el éxodo del pueblo tibetano y, desde entonces, es el líder de la lucha pacífica en el exilio.
Usted ha enfrentado a un enemigo poderoso y cruel como China...
No diga China. Los chinos son gente buena. China es un buen país. Más preciso es que nos han enfrentado son algunos comunistas chinos de línea dura.
Bueno, pero ¿cómo le ha hecho para no perder la fe a pesar del hostigamiento de los comunistas de línea dura?
Ellos se irán, China permanecerá.
Mi fe en la gente china no ha disminuido.
Le pregunto esto porque en México hay un cierto sentimiento de desesperanza.
No sólo en México, sino en muchas partes. Eso sucede cuando se ven de manera aislada los problemas, como la inseguridad, la violencia o la economía.
Eso genera frustración y se pierde la esperanza. Necesita una visión holística, hay que ver las cosas desde una perspectiva más amplia. Hay muchas cosas positivas en el mundo y México es parte de él.
¿Cree que podrá regresar al Tíbet antes de morir?
Bueno, si muero la próxima semana, ¡no podré hacerlo! —responde con una carcajada—. Pero si vivo otros 10 años, o 15 o 20, no tengo ninguna duda. Los tiempos están cambiando.
¿El mundo se va a acabar?
El Dalai Lama aceptó responder tres preguntas de los lectores de REFORMA:
- ¿Con qué mantra podemos alejar a nuestros seres queridos de las drogas y qué les podemos decir a los jóvenes que luchan para no volver a caer en ellas?
Un Mantra no te protegerá del uso de drogas o alcohol. Eso fallará.
Lo que te servirá es ¡el sentido común! ¿Para qué usar drogas? Tu mente se volverá loca. La inteligencia humana es maravillosa, pero con las drogas no funciona correctamente. Y además, mucho alcohol arruinará tu salud. ¿Cuáles son las causas de la preocupación? Un maestro budista plantea que ante un problema que enfrentas, debes buscar cuidadosamente las causas y cuando las encuentres no hay necesidad de preocuparse, en lugar de preocuparse hay que esforzarse.
Si el problema no tiene solución entonces tampoco hay que preocuparse pues sólo trae frustraciones.
- ¿Qué hay en la mente de una persona que le prende fuego a un casino y mata a 52 personas?
En el mundo hay cerca de 7 mil millones de personas, algunas están completamente locas. No se puede explicar, no hay razón. Su estado emocional está fuera de control, así es, no hay más.
- ¿El mundo se va a acabar en 2012?
¡Jajaja! Esas son tonterías. Me dijeron que habría una tormenta de arena el próximo año y que los desastres naturales aumentarían por el cambio climático. Eso es más probable. Pero el mundo no se acabará. México seguirá aquí igual que el Tíbet.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Vestidos, Karl Marx y el 9/11
O ya se compró vestido para la boda de Juan y Ana. Bueno, a O eso de comprar vestidos se le da bastante fácil. En estas últimas semanas ha estrenado dos, para dos eventos diferentes.
El otro día mi mamá, con una voz que me rasgó un poquito el alma, me dijo que disfrutáramos mucho las fiestas y los eventos a los que vamos. Que eso es muy lindo.
Eso me hizo recordar a mi abuela Marisa, mostrándome sus vestidos largos y las pieles finas que guarda en el clóset blanco del pasillo de su casa. Cuando ella saca esos vestidos, también saca las fotos de los Caballeros de Colón, y las fiestas a las que iba con mi abuelo.
En un evento de fotoperiodistas, un amigo nos sacó una linda foto. Al verla, pensé inmediatamente que en muchos años la volvería a ver, y recordaría a O arreglándose, poniéndose ese vestido, como si lo estuviese volviendo a vivir todo eso… lo curioso es que lo estoy viviendo.
Estoy en la época en que todos los amigos se han casado o están por casarse, varios tienen hijos ya… estoy en la época de eventos por la noche, y llegar bailando a casa y despertar a la hora que sea… estoy en la época en que las abuelas se caen, y los tíos ya no son tan jóvenes.
¿Qué le vamos a hacer? Todos, lo único que hacen, es vivir sus vidas... y la vida tiene sus épocas.
Hoy, leyendo la BBC, sale una nota interesantísima que dice que al final Karl Marx llevaba algo de razón. La nota parece darme unas respuestas:
"Para Marx, el capitalismo era la teoría económica más revolucionaria de la historia, y no hay duda que difiere radicalmente de los sistemas previos.
Las culturas de los cazadores-recolectores persistieron con su forma de vida por miles de años, las esclavistas por casi el mismo tiempo y las feudales por muchos siglos. En contraste, el capitalismo transforma todo lo que toca.
No son sólo las marcas las que cambian constantemente. Compañías e industrias se crean y se destruyen en una corriente incesante de innovación, mientras que las relaciones humanas se disuelven y reinventan en formas novedosas".
Además, hoy se cumplen 10 años del 9/11… es difícil explicar cómo las cosas pueden cambiar tanto, en tan sólo diez años.
--------------------------------------
Hace 10 años, estaba en las regaderas, después de hacer ejercicio, y estaba la radio del Campus dando las noticias. De pronto, los locutores comenzaron a hablar de un avión que se había estrellado en una de las torres del WTC en NY. Me apuré lo más que pude, y corrí al auditorio (en el mismo edificio en donde me encontraba) y lo vi repleto de personas que miraban las pantallas gigantes que transmitían la señal de CNN. Luego me dirigí al departamento de Inglés, pues tenía clase de Historia de Estados Unidos. La profesora estaba llorando, muchos profesores estadounidenses estaban totalmente trastornados.
Del 2001, musicalmente hablando, recuerdo a U2 y su Beautiful Day. Aquí la gloriosa banda irlandesa.
El otro día mi mamá, con una voz que me rasgó un poquito el alma, me dijo que disfrutáramos mucho las fiestas y los eventos a los que vamos. Que eso es muy lindo.
Eso me hizo recordar a mi abuela Marisa, mostrándome sus vestidos largos y las pieles finas que guarda en el clóset blanco del pasillo de su casa. Cuando ella saca esos vestidos, también saca las fotos de los Caballeros de Colón, y las fiestas a las que iba con mi abuelo.
En un evento de fotoperiodistas, un amigo nos sacó una linda foto. Al verla, pensé inmediatamente que en muchos años la volvería a ver, y recordaría a O arreglándose, poniéndose ese vestido, como si lo estuviese volviendo a vivir todo eso… lo curioso es que lo estoy viviendo.
Estoy en la época en que todos los amigos se han casado o están por casarse, varios tienen hijos ya… estoy en la época de eventos por la noche, y llegar bailando a casa y despertar a la hora que sea… estoy en la época en que las abuelas se caen, y los tíos ya no son tan jóvenes.
¿Qué le vamos a hacer? Todos, lo único que hacen, es vivir sus vidas... y la vida tiene sus épocas.
Hoy, leyendo la BBC, sale una nota interesantísima que dice que al final Karl Marx llevaba algo de razón. La nota parece darme unas respuestas:
"Para Marx, el capitalismo era la teoría económica más revolucionaria de la historia, y no hay duda que difiere radicalmente de los sistemas previos.
Las culturas de los cazadores-recolectores persistieron con su forma de vida por miles de años, las esclavistas por casi el mismo tiempo y las feudales por muchos siglos. En contraste, el capitalismo transforma todo lo que toca.
No son sólo las marcas las que cambian constantemente. Compañías e industrias se crean y se destruyen en una corriente incesante de innovación, mientras que las relaciones humanas se disuelven y reinventan en formas novedosas".
Además, hoy se cumplen 10 años del 9/11… es difícil explicar cómo las cosas pueden cambiar tanto, en tan sólo diez años.
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Hace 10 años, estaba en las regaderas, después de hacer ejercicio, y estaba la radio del Campus dando las noticias. De pronto, los locutores comenzaron a hablar de un avión que se había estrellado en una de las torres del WTC en NY. Me apuré lo más que pude, y corrí al auditorio (en el mismo edificio en donde me encontraba) y lo vi repleto de personas que miraban las pantallas gigantes que transmitían la señal de CNN. Luego me dirigí al departamento de Inglés, pues tenía clase de Historia de Estados Unidos. La profesora estaba llorando, muchos profesores estadounidenses estaban totalmente trastornados.
Del 2001, musicalmente hablando, recuerdo a U2 y su Beautiful Day. Aquí la gloriosa banda irlandesa.
viernes, 2 de septiembre de 2011
27
Cómo llegué a Piazzolla, no lo sé. Recuerdo discusiones tempranas con I sobre Adiós Nonino, en la Hemeroteca. También, una visita a una casa en Polanco, donde aprendí muchísimo y vi originales de Astor en vinilo.
Con motivo de las celebraciones del natalicio de O, compré boletos para el Festival Interamericano, en específico, para escuchar 3 piezas de Silvestre Revueltas (tenía ganas de Janitzio) y el Concierto para bandoneón (Aconcagua, 1979) de Piazzolla.
La cosa empezó mal cuando el público confundió al Director con un técnico que iba a acomodar unas sillas y lo aplaudió acaloradamente.
Luego, de Revueltas no hubo nada, en lugar del mexicano -y tras una larga explicación del Director, que a mi entender trataba de dejarle en claro al púlico su nivel de erudito- interpretaron un concierto de un compositor australiano.
El australiano estaba presente, y el Director contó la anécdota de cómo hace 2 semanas se tuvo que cancelar el concierto donde se suponía tocarían el concierto, por el paso de un huracán, y que el pobre australiano estuvo 3 días encerrado en un hotel, sin luz ni agua.
El público se rindió al australiano. El australiano se rindió ante la buena interpretación, y después de los aplausos, a él se le veía cara de morirse por tomarse una cerveza bien fría. Yo me vi acompañándolo.
Luego vino Daniel Binelli, bandoneonista, compositor, director, y fundador de la Compañía Tango Metrópolis. Habló de su vínculo con Piazzolla, y le dio contexto al concierto para bandoneón.
El concierto estuvo espectacular. El bandoneón de Binelli es como el de Astor, pequeño, corto, y lo toca a lo porteño, de pie, recargando la rodilla en un cajón negro. Para el segundo movimiento (moderato) yo tenía el puño de O hecho un pañuelo. Binelli me puso al límite, y yo pensaba en cómo él miraba el bandoneón, aveces como a un demonio con alas, que se escapa y no se escapa… otras como un tierno bebé, que cuida y mesen sus manos… aveces la caja levita, aveces la caja pesa demasiado y la rodilla levantada parece mediar el tiempo.
El Bis de Adiós Nonino, no estuvo mal, pero creo que es una pieza muy personal y que solo tiene sentido con Astor (la dedicó a su padre fallecido).
O y yo nos fuimos a cenar una tapas catalanas y nos tomamos un tempranillo. Ya O tenía un año más cuando, antes de dormir, le cantaba las mañanitas.
---------------
Los dejo con el primer movimiento, del Concierto para Bandoneón, Astor plays Astor.
Con motivo de las celebraciones del natalicio de O, compré boletos para el Festival Interamericano, en específico, para escuchar 3 piezas de Silvestre Revueltas (tenía ganas de Janitzio) y el Concierto para bandoneón (Aconcagua, 1979) de Piazzolla.
La cosa empezó mal cuando el público confundió al Director con un técnico que iba a acomodar unas sillas y lo aplaudió acaloradamente.
Luego, de Revueltas no hubo nada, en lugar del mexicano -y tras una larga explicación del Director, que a mi entender trataba de dejarle en claro al púlico su nivel de erudito- interpretaron un concierto de un compositor australiano.
El australiano estaba presente, y el Director contó la anécdota de cómo hace 2 semanas se tuvo que cancelar el concierto donde se suponía tocarían el concierto, por el paso de un huracán, y que el pobre australiano estuvo 3 días encerrado en un hotel, sin luz ni agua.
El público se rindió al australiano. El australiano se rindió ante la buena interpretación, y después de los aplausos, a él se le veía cara de morirse por tomarse una cerveza bien fría. Yo me vi acompañándolo.
Luego vino Daniel Binelli, bandoneonista, compositor, director, y fundador de la Compañía Tango Metrópolis. Habló de su vínculo con Piazzolla, y le dio contexto al concierto para bandoneón.
El concierto estuvo espectacular. El bandoneón de Binelli es como el de Astor, pequeño, corto, y lo toca a lo porteño, de pie, recargando la rodilla en un cajón negro. Para el segundo movimiento (moderato) yo tenía el puño de O hecho un pañuelo. Binelli me puso al límite, y yo pensaba en cómo él miraba el bandoneón, aveces como a un demonio con alas, que se escapa y no se escapa… otras como un tierno bebé, que cuida y mesen sus manos… aveces la caja levita, aveces la caja pesa demasiado y la rodilla levantada parece mediar el tiempo.
El Bis de Adiós Nonino, no estuvo mal, pero creo que es una pieza muy personal y que solo tiene sentido con Astor (la dedicó a su padre fallecido).
O y yo nos fuimos a cenar una tapas catalanas y nos tomamos un tempranillo. Ya O tenía un año más cuando, antes de dormir, le cantaba las mañanitas.
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Los dejo con el primer movimiento, del Concierto para Bandoneón, Astor plays Astor.
lunes, 22 de agosto de 2011
Irene y la Batalla por Tripoli
A las 2, 3 y casi 4 de la madrugada miraba por la ventana como los cables de alta tensión se enredaban y los coches estacionados se movían levemente, levantándose un poquitito, yendo y viniendo de las líneas amarillas.
Regresó la electricidad a eso de las 9 de la mañana, y en el televisor apareció el aviso: Breaking News: Battle for Tripoli. Ya ayer por la noche, cuando el huracán Irene entraba por el sureste de la Isla, O y yo veíamos a las tropas rebeldes que estaban a pocos kilómetros de entrar a Tripoli.
Noche de huracán, noche de guerra. Y en la mañana siempre hay noticias frescas.
O y yo desayunamos con vientos fortísimos. Viendo en la BBC cómo los rebeldes se esparcían por los barrios libios, y el hijo de Gaddafi era tomado prisionero.
Me siento afortunado, pero no puedo dejar de pensar en aquellos que sufren, ya sea en Tripoli o a algunos metros de mi casa.
-----------------------------
Tanto vaivén me recuerda a Gould, en especial a una Toccata de Bach, que Iván 'posteó' en su wall esta semana. Los dejo con el segundo movimiento de la Toccata for Clavier in C minor BWV 911, de Johan Sebastian Bach, magistralmente interpretada por el genio canadiense.
Regresó la electricidad a eso de las 9 de la mañana, y en el televisor apareció el aviso: Breaking News: Battle for Tripoli. Ya ayer por la noche, cuando el huracán Irene entraba por el sureste de la Isla, O y yo veíamos a las tropas rebeldes que estaban a pocos kilómetros de entrar a Tripoli.
Noche de huracán, noche de guerra. Y en la mañana siempre hay noticias frescas.
O y yo desayunamos con vientos fortísimos. Viendo en la BBC cómo los rebeldes se esparcían por los barrios libios, y el hijo de Gaddafi era tomado prisionero.
Me siento afortunado, pero no puedo dejar de pensar en aquellos que sufren, ya sea en Tripoli o a algunos metros de mi casa.
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Tanto vaivén me recuerda a Gould, en especial a una Toccata de Bach, que Iván 'posteó' en su wall esta semana. Los dejo con el segundo movimiento de la Toccata for Clavier in C minor BWV 911, de Johan Sebastian Bach, magistralmente interpretada por el genio canadiense.
miércoles, 17 de agosto de 2011
4
Salía de la bañera y al verme en el espejo reconocí mi mirada de poker (no juego mucho, porque tengo mucha suerte y se gasta) y vi mi mano, no era mala la mano, tan solo era mía. Las cartas que también son mis dedos, o mis pensamientos, mostraban muchas oportunidades, esos caminos pequeños y luminosos, que uno se va creando cada día cuando se levanta a trabajar, que se van haciendo más cortos y fáciles de caminar si se le suman fines de semana.
Hace una semana cumplí 4 años en la Isla (O se puso de nuevo el vestidito negro). Ni para presumir, ni alarde, ni nada de esas cosas que se hablan posando los codos en las mesas ó en los anaqueles -quizá más es un reproche- pero es fácil afirmar que he trabajado más fines de semana, de los que he ido a la playa o a pasear. Qué triste.
Pero a la hora de mirar mi mano, me doy cuenta que soy un tipo interesante y me respeto y me doy palmadas fuertes en la espalda.
En estos días de locura he estado en cuartos de oficina, en pequeños salones y he maravillado, y voy hacia delante -pa atrás ni pa' agarrar impulso mi hijo, dijera el Chapis- pero el momento de verdadera estima llegó mientras caminaba en la universidad y una estudiante (que no reconocí, lo siento de verdad) me salió al paso y me dijo que me agradecía cosas que yo le había enseñado. Me quedé pasmado, por ingrato, por olvidadizo, por no darme cuenta… de tantas y tantas cosas.
Y mientras escribo, escucho a Piazzolla y me dan ganas de titular este 'post' como 'Oblivion', pero no sería justo, no estoy en el Oblivion, estoy contento y he tenido días maravillosos con O, y cocinamos, y tomamos buen vino, y nos ponemos a hacernos preguntas como ¿Quién fue Nabucodonosor?, y nos divertimos como niños.
Que bueno que traigo a Piazzolla, que siempre sale cuando hablo de mis hijos que todavía no tengo, y amenazo a O y a los presentes que si el día que nazca un varón estoy de vena, lo inscribo como Eduardo Astor. Pero en las noches yo solito me desmiento y me freno, cuestionándome qué yo haría con un pequeño genio tanguero… un bluff de los míos.
-------------------------------
No lo titulo así este 'post', pero con Oblivion me salieron estas letras, y por ello aquí los dejo con el gran maestro, reinventor del Tango, genio entre genios… Astor Piazzolla, con su Oblivion.
Hace una semana cumplí 4 años en la Isla (O se puso de nuevo el vestidito negro). Ni para presumir, ni alarde, ni nada de esas cosas que se hablan posando los codos en las mesas ó en los anaqueles -quizá más es un reproche- pero es fácil afirmar que he trabajado más fines de semana, de los que he ido a la playa o a pasear. Qué triste.
Pero a la hora de mirar mi mano, me doy cuenta que soy un tipo interesante y me respeto y me doy palmadas fuertes en la espalda.
En estos días de locura he estado en cuartos de oficina, en pequeños salones y he maravillado, y voy hacia delante -pa atrás ni pa' agarrar impulso mi hijo, dijera el Chapis- pero el momento de verdadera estima llegó mientras caminaba en la universidad y una estudiante (que no reconocí, lo siento de verdad) me salió al paso y me dijo que me agradecía cosas que yo le había enseñado. Me quedé pasmado, por ingrato, por olvidadizo, por no darme cuenta… de tantas y tantas cosas.
Y mientras escribo, escucho a Piazzolla y me dan ganas de titular este 'post' como 'Oblivion', pero no sería justo, no estoy en el Oblivion, estoy contento y he tenido días maravillosos con O, y cocinamos, y tomamos buen vino, y nos ponemos a hacernos preguntas como ¿Quién fue Nabucodonosor?, y nos divertimos como niños.
Que bueno que traigo a Piazzolla, que siempre sale cuando hablo de mis hijos que todavía no tengo, y amenazo a O y a los presentes que si el día que nazca un varón estoy de vena, lo inscribo como Eduardo Astor. Pero en las noches yo solito me desmiento y me freno, cuestionándome qué yo haría con un pequeño genio tanguero… un bluff de los míos.
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No lo titulo así este 'post', pero con Oblivion me salieron estas letras, y por ello aquí los dejo con el gran maestro, reinventor del Tango, genio entre genios… Astor Piazzolla, con su Oblivion.
domingo, 7 de agosto de 2011
O.S.S. y la noche del anillo
Salir con O y nuestra amiga AT&T siempre es una aventura. La idea era ir a comer unas pizzitas argentinas, pero cuando llegamos al lugar, la dueña nos saludó desde el balcón y nos dijo que ya habían cerrado.
Sabíamos que ahí cerca había otra pizzería. No tan buena, pero era viernes y ya era muy noche para ponerse exigentes. En cuanto nos subimos al coche para arrancar hacia el nuevo destino, mi celular recibió una foto.
Al ver la foto mi corazón sintió una alegría enorme, y rápido le enseñé a las chicas lo que había recibido. Ellas gritaron y se emocionaron. Yo les hice todo el cuento, el mismo que Juan me había hecho en la mañana.
Juan está a punto de cumplir un gran sueño, y ya nos vemos con todos los amigos, toda la familia en la gran boda. Ver a mi hermano tan contento es simplemente increíble.
Después, comenzamos con la Operación Sol Saliente (por sus siglas O.S.S. e invento de AT&T). Esa es una historia que recién comienza. Pero que me ocupa y me entusiasma. Hay que crecer, hay que mejorar, hay que vivir la vida como un gran sueño, sueño de operaciones, sueño de anillos y bodas, sueño de felicidad.
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En estos días MTV cumplió 30 años. Para nuestra generación es algo muy importante. MTV Latinoamérica es más joven, pero recuerdo hace unos 15 años cuando Juan y yo compartíamos todavía cuarto, en Mérida. Las mañanas, arreglándonos para el colegio, haciendo la cama, la mochila… era un espacio ambientado por la mejor música de entonces. Nirvana, U2, Radiohead, Fobia… ambientaban nuestra juventud y Juan y yo aprendíamos de música.
Los dejo con Fobia, una de las mejores bandas de Rock en español, y de las más 'antiguas'. Aquí los dejo con'Me siento vivo', una canción imperdible y que a mi me sirve para cambiar de ánimo instantáneamente.
Nos ahogaremos juntos,
En aguas que todos quieren probar
Sin importarnos cómo es el final,
No hay otras vidas, tierra nada más…
Caminaremos juntos…
Escaparemos de la realidad
Si tropezamos, no nos dolerá…
No existen cuerpos, mentes nada más…
Ahora lo entiendo, amar es liberar…
domingo, 31 de julio de 2011
Decisiones
Tiempo de decisiones. Reuniones, estrategias, preparativos… Charlas inacabables con O antes de dormir. Había que hacer algo y ya lo estoy haciendo.
Ahora solo falta esperar, escuchar, estar atento.
En estos momentos uno se da cuenta que lo rodean muchas personas buenas, buenísimas, que están siempre ahí para apoyarte, para dar consejos, alternativas.
A todas las personas que alguna vez hayan orientado -o al menos lo hayan intentado- a alguien, quiero decirles que son esas pequeñas cosas las que hacen la diferencia en las decisiones que uno debe de tomar.
Reflexionando, llego a la conclusión de que ya es tiempo de ser el hombre que quiero ser, el ser humano que deseo ser. No el profesional, ni el esposo, ni el hijo, ni el hermano… sino el Lalo que sueño, y que mejora en todos los aspectos.
-----------------------
Si se habla de 'Decisiones', es obligatorio nombrar a Rubén Blades.
Justo fue en casa de P -involucrado en mis decisiones- cuando escuché por primera vez 'Siembra', para muchos el mejor disco de Salsa de la historia.
'Decisiones' no forma parte de 'Siembra', pero a mi parecer es una de las mejores salsas escritas por Rubén. Escuchen la letra, típica del genio, del ingenio de Blades, y la música y los acordes también geniales, en este video con Willie Colón, grandísimo músico, y por muchos años haciendo dupla con Blades.
Ahora solo falta esperar, escuchar, estar atento.
En estos momentos uno se da cuenta que lo rodean muchas personas buenas, buenísimas, que están siempre ahí para apoyarte, para dar consejos, alternativas.
A todas las personas que alguna vez hayan orientado -o al menos lo hayan intentado- a alguien, quiero decirles que son esas pequeñas cosas las que hacen la diferencia en las decisiones que uno debe de tomar.
Reflexionando, llego a la conclusión de que ya es tiempo de ser el hombre que quiero ser, el ser humano que deseo ser. No el profesional, ni el esposo, ni el hijo, ni el hermano… sino el Lalo que sueño, y que mejora en todos los aspectos.
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Si se habla de 'Decisiones', es obligatorio nombrar a Rubén Blades.
Justo fue en casa de P -involucrado en mis decisiones- cuando escuché por primera vez 'Siembra', para muchos el mejor disco de Salsa de la historia.
'Decisiones' no forma parte de 'Siembra', pero a mi parecer es una de las mejores salsas escritas por Rubén. Escuchen la letra, típica del genio, del ingenio de Blades, y la música y los acordes también geniales, en este video con Willie Colón, grandísimo músico, y por muchos años haciendo dupla con Blades.
domingo, 24 de julio de 2011
Fotografía
Yo no sé casi nada de princesas. Viviendo con una, cada día aprendo un poco más, aveces demasiado tarde, otras aún a tiempo.
Esta lección ya la había aprendido hace casi 4 años, y en varias ocasiones posteriores. Al parecer, las princesas solamente pintan los bordes de las paredes y los marcos de las ventanas.
Si hay que subirse a una escalera, ó a un banquillo, preferiblemente las princesas tampoco deben realizar esas labores.
Siempre es divertidísimo pintar con O. Ella disfruta viéndome 'ahogarme en un vaso de agua', si pinto el techo sin querer… o derramo la pintura. Se la pasa diciéndome que sin duda alguna 'era un rich kid'. Yo le digo que nunca tuve necesidad de pintar, ni de construir nada… en la casa mágicamente aparecían siempre 5 ó 6 hombres en overoles de la Pepsi que resolvían cualquier situación.
Escogimos un color muy particular ('Scotland Road') y va muy bien con el amarillo canario del comedor y el azul celeste de la recámara de nosotros. Tenemos una casa multicolor, y eso me gusta.
Cuando uno va a pintar, la música es importantísima… hoy escogimos María Callas y un montón de Bossa Nova.
El viernes bien entrada la noche fuimos raptados por A&TT y Carlos, que nos interceptaron en las mismas escaleras mientras O y yo cargábamos bolsas con las compras del súper mercado, porque había una fiesta en nuestro edificio, que según dice todo mundo, bien puede ser una 'comuna hippie'.
Ibamos un ratito nada más, a tomarnos solamente una cerveza en el 'roof garden' de nuestro edificio, y como dijera Sabina, nos dieron las 2 y las 3 en compañía de todos nuestros vecinos 'hippies'.
Hablando de Sabina, declaró que José Tomás (amiguísimo suyo) durante su retiro provisional de los ruedos, estuvo viviendo en un pueblito de la costa andaluza, y que se dejó crecer una barba larguísima y era futbolista amateur.
Después de meses, finalmente la casa ya va tomando forma y está guapísima.
------------------
Hace días que me persigue la voz de Gal Costa, con un tema titánico de Tom Jobim, 'Fotografia'….
Eu, você, nós dois
Qué forma de comenzar una canción…
E há sempre uma canção pra contar
Aquela velha história de um desejo
Que todas as canções têm pra contar
E veio aquele beijo
Aquele beijo
Aquele beijo
Y qué forma de terminarla...
Esta lección ya la había aprendido hace casi 4 años, y en varias ocasiones posteriores. Al parecer, las princesas solamente pintan los bordes de las paredes y los marcos de las ventanas.
Si hay que subirse a una escalera, ó a un banquillo, preferiblemente las princesas tampoco deben realizar esas labores.
Siempre es divertidísimo pintar con O. Ella disfruta viéndome 'ahogarme en un vaso de agua', si pinto el techo sin querer… o derramo la pintura. Se la pasa diciéndome que sin duda alguna 'era un rich kid'. Yo le digo que nunca tuve necesidad de pintar, ni de construir nada… en la casa mágicamente aparecían siempre 5 ó 6 hombres en overoles de la Pepsi que resolvían cualquier situación.
Escogimos un color muy particular ('Scotland Road') y va muy bien con el amarillo canario del comedor y el azul celeste de la recámara de nosotros. Tenemos una casa multicolor, y eso me gusta.
Cuando uno va a pintar, la música es importantísima… hoy escogimos María Callas y un montón de Bossa Nova.
El viernes bien entrada la noche fuimos raptados por A&TT y Carlos, que nos interceptaron en las mismas escaleras mientras O y yo cargábamos bolsas con las compras del súper mercado, porque había una fiesta en nuestro edificio, que según dice todo mundo, bien puede ser una 'comuna hippie'.
Ibamos un ratito nada más, a tomarnos solamente una cerveza en el 'roof garden' de nuestro edificio, y como dijera Sabina, nos dieron las 2 y las 3 en compañía de todos nuestros vecinos 'hippies'.
Hablando de Sabina, declaró que José Tomás (amiguísimo suyo) durante su retiro provisional de los ruedos, estuvo viviendo en un pueblito de la costa andaluza, y que se dejó crecer una barba larguísima y era futbolista amateur.
Después de meses, finalmente la casa ya va tomando forma y está guapísima.
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Hace días que me persigue la voz de Gal Costa, con un tema titánico de Tom Jobim, 'Fotografia'….
Eu, você, nós dois
Qué forma de comenzar una canción…
E há sempre uma canção pra contar
Aquela velha história de um desejo
Que todas as canções têm pra contar
E veio aquele beijo
Aquele beijo
Aquele beijo
Y qué forma de terminarla...
sábado, 16 de julio de 2011
Carta abierta a O
Hay quienes me han dicho que este espacio es una especie de monumento a, monumento para O. Otros me han dicho que es mi bitácora de viaje. Me gustan esos calificativos, me parecen románticos, finos… pero temo decir que se equivocan. Si bien creo que no hay entrada en que no nombre a O, o deje de narrar mis vivencias, me parece más correcto referirme a este espacio como un confesionario. Mi esquina donde escribo mis penas, mis tormentos, mis alegrías, mis pasiones… que al final son los valles y montañas que dan forma a mi vida.
Amor,
Ayer exploté y dije una broma machista cuando por quinta vez alguien me preguntó por ti. Me siento muy mal por esa broma, y prometo no hacerlo de nuevo.
Fui a muchos lugares, hablé con muchas gentes… ¿Sabes por qué? Mi único propósito era encontrar distracciones, y si tenía suerte y como no estaba manejando yo, igual y los Vodka Tonic me ayudaban a dormir.
Me da pena escribírtelo, princesa, pero toda esta semana no he podido dormir casi nada. Me la paso dando vueltas en la cama, leyendo, mirando el televisor, espiando a todos los vecinos… y así me dan las 3 ó las 4, y luego llego a la oficina con cara de zombie. Y sin café. Tu hermana me ha estado llamando y texteando invitándome a casa de tus papás, pero por trabajo no he podido ir… ya sabes.
¿Por qué la gente en lugar de preguntarme por ti no mejor te llama? No estás en Timbuktú ni en Siberia… incluso no es ni larga distancia… Además, solo te fuiste semana y media.
Tengo un miedo terrible de mi vida sin ti. Me pongo a pensar escenarios donde algo sucede, y ya no estás nunca más conmigo.
Tú y yo hemos hablado de eso, y yo te he dicho que si algo, alguna vez te sucede (Dios no lo permita), me subo a un avión y me voy al Tibet y nadie nunca me vuelve a ver.
Me da vergüenza mi fragilidad, y no entiendo muy bien la vida cuando no escucho tu risa por la casa.
Toda la semana he tenido estribillos y a Sabina cantándome en la oreja. ¿Sabes qué canciones son? Yo te las he cantado:
Porque una casa sin ti es una embajada,
el pasillo de un tren de madrugada.
Porque una casa sin ti es una oficina
un éxodo de oscuras golondrinas.
Y ya para terminar, amor, la casa es zona de guerra… o si se le mira desde otra óptica, más artística, una galería llena de mis famosas 'instalaciones'… esas que te da un gusto enorme descubrir.
Te veo el martes por la noche, y no te preocupes que me voy a poner a ordenar y a limpiar toda la casa.
-------------------------
Bueno, obviamente mi historia no es fiel a la letra de esta canción, porque se trata de un tipo que terminó un amor, pero tiene un estribillo que me acompaña y no me suelta:
Sólo me pongo triste cuando alguno,
en el momento más inoportuno,
me pregunta por ti.
San Juan de Puerto Rico, 16 de Julio del 2011
Amor,
Ayer exploté y dije una broma machista cuando por quinta vez alguien me preguntó por ti. Me siento muy mal por esa broma, y prometo no hacerlo de nuevo.
Fui a muchos lugares, hablé con muchas gentes… ¿Sabes por qué? Mi único propósito era encontrar distracciones, y si tenía suerte y como no estaba manejando yo, igual y los Vodka Tonic me ayudaban a dormir.
Me da pena escribírtelo, princesa, pero toda esta semana no he podido dormir casi nada. Me la paso dando vueltas en la cama, leyendo, mirando el televisor, espiando a todos los vecinos… y así me dan las 3 ó las 4, y luego llego a la oficina con cara de zombie. Y sin café. Tu hermana me ha estado llamando y texteando invitándome a casa de tus papás, pero por trabajo no he podido ir… ya sabes.
¿Por qué la gente en lugar de preguntarme por ti no mejor te llama? No estás en Timbuktú ni en Siberia… incluso no es ni larga distancia… Además, solo te fuiste semana y media.
Tengo un miedo terrible de mi vida sin ti. Me pongo a pensar escenarios donde algo sucede, y ya no estás nunca más conmigo.
Tú y yo hemos hablado de eso, y yo te he dicho que si algo, alguna vez te sucede (Dios no lo permita), me subo a un avión y me voy al Tibet y nadie nunca me vuelve a ver.
Me da vergüenza mi fragilidad, y no entiendo muy bien la vida cuando no escucho tu risa por la casa.
Toda la semana he tenido estribillos y a Sabina cantándome en la oreja. ¿Sabes qué canciones son? Yo te las he cantado:
Porque una casa sin ti es una embajada,
el pasillo de un tren de madrugada.
Porque una casa sin ti es una oficina
un éxodo de oscuras golondrinas.
Y ya para terminar, amor, la casa es zona de guerra… o si se le mira desde otra óptica, más artística, una galería llena de mis famosas 'instalaciones'… esas que te da un gusto enorme descubrir.
Te veo el martes por la noche, y no te preocupes que me voy a poner a ordenar y a limpiar toda la casa.
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Bueno, obviamente mi historia no es fiel a la letra de esta canción, porque se trata de un tipo que terminó un amor, pero tiene un estribillo que me acompaña y no me suelta:
Sólo me pongo triste cuando alguno,
en el momento más inoportuno,
me pregunta por ti.
miércoles, 13 de julio de 2011
Meditação
¿Dónde está mi fuego? No lo encuentro. ¿Lo he perdido?
Recurso de sobrevivientes, de hombres incansables… las civilizaciones lo han llamado de mil formas, 'espíritu', 'corazón', 'llama interna'… Ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo.
Muchas veces me he visto sentado frente un escritorio, en algún cubículo de empresa, agotado… y de repente tomo con mis manos la típica foto de la esposa con el hijo, o con los hijos. Veo a O y a pequeñas criaturas que aún no conozco.
Cuando tomo esa foto el pecho me arde, los ojos se abren grandes, grandes, siento los músculos en los brazos, aprieto los dientes y me pongo a trabajar como un psicópata.
Pero esa foto no existe. La foto de ahora muestra a O, bellísima en su vestido de novia frente a mí, nariz con nariz.
Esa foto me hace sonreír, me late el corazón. Me sé enamorado.
Pero no me da el combustible que busco. ¿Existe ese combustible?
I y yo hablábamos siempre de nuestros abuelos, de cómo construyeron un mundo sin tener nada, de la nada. Pero a ellos les sobraba ese fuego…
Pienso en mi padre, que también construyó un mundo él solo, es un profesional incansable… siempre me ha parecido más como un robot, una máquina… solo cuando se enferma o lo escucho cansado, me recuerda que es de carne y hueso.
Yo trabajo de verdad, trabajo fuerte, con mucho esfuerzo. Y siempre que me pienso a mi mismo como profesional me da orgullo saber que vengo de la estirpe de mis abuelos, que sigo los pasos de mis padres.
Pero últimamente me dan ganas de construir una balsa e irme a pescar.
O y yo vimos hace unos días un documental de unos pescadores en Cerdeña… y nos dio una envidia increíble, comían como reyes, tenían todo lo que necesitaban, disfrutaban de la naturaleza…
Alguna vez yo pensé en ser pescador y escribir poemas y beber agua de coco, fresquísima. Es curioso como los estándares, los modelos, son prohibitivos.
Pero si me hago pescador, luego viene la cuestión de lo que uno le lega a los hijos, y si no hay hijos, al mundo… la pregunta eterna de ¿Qué hizo uno con su vida?... ¿Pescar? ¿Qué le dejo a mis hijos? Un oficio, en un mundo en el que los oficios ya no valen, y vaya usted a saber si cuando ellos lleguen aún quedan peces en los océanos y así nos seguimos con preguntas y respuestas hasta que me da sueño, y recuerdo que por eso escribo Morellianas y camino a buscarme un café (O no está y me sigo negando a preparármelo yo).
Y en las noches, me dan ganas de escuchar Bossa Nova, y así me arrullo.
--------------------------
Les dejo Meditação, composición de Tom Jobim, pero que interpretan aquí João Gilberto y Caetano Veloso. Todos ellos gigantes, que encontraron su fuego en el canto, en el piano, en la guitarra… hombres libres, que se atrevieron.
Quem… chorou, chorou
e tanto que o seu pranto ja secou.
Quem... depois voltou
ao amor ao sorriso e a flor
então tudo encontrou
pois a propria dor
revelou o caminho do amor
e a tristeza acabou.
Recurso de sobrevivientes, de hombres incansables… las civilizaciones lo han llamado de mil formas, 'espíritu', 'corazón', 'llama interna'… Ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo.
Muchas veces me he visto sentado frente un escritorio, en algún cubículo de empresa, agotado… y de repente tomo con mis manos la típica foto de la esposa con el hijo, o con los hijos. Veo a O y a pequeñas criaturas que aún no conozco.
Cuando tomo esa foto el pecho me arde, los ojos se abren grandes, grandes, siento los músculos en los brazos, aprieto los dientes y me pongo a trabajar como un psicópata.
Pero esa foto no existe. La foto de ahora muestra a O, bellísima en su vestido de novia frente a mí, nariz con nariz.
Esa foto me hace sonreír, me late el corazón. Me sé enamorado.
Pero no me da el combustible que busco. ¿Existe ese combustible?
I y yo hablábamos siempre de nuestros abuelos, de cómo construyeron un mundo sin tener nada, de la nada. Pero a ellos les sobraba ese fuego…
Pienso en mi padre, que también construyó un mundo él solo, es un profesional incansable… siempre me ha parecido más como un robot, una máquina… solo cuando se enferma o lo escucho cansado, me recuerda que es de carne y hueso.
Yo trabajo de verdad, trabajo fuerte, con mucho esfuerzo. Y siempre que me pienso a mi mismo como profesional me da orgullo saber que vengo de la estirpe de mis abuelos, que sigo los pasos de mis padres.
Pero últimamente me dan ganas de construir una balsa e irme a pescar.
O y yo vimos hace unos días un documental de unos pescadores en Cerdeña… y nos dio una envidia increíble, comían como reyes, tenían todo lo que necesitaban, disfrutaban de la naturaleza…
Alguna vez yo pensé en ser pescador y escribir poemas y beber agua de coco, fresquísima. Es curioso como los estándares, los modelos, son prohibitivos.
Pero si me hago pescador, luego viene la cuestión de lo que uno le lega a los hijos, y si no hay hijos, al mundo… la pregunta eterna de ¿Qué hizo uno con su vida?... ¿Pescar? ¿Qué le dejo a mis hijos? Un oficio, en un mundo en el que los oficios ya no valen, y vaya usted a saber si cuando ellos lleguen aún quedan peces en los océanos y así nos seguimos con preguntas y respuestas hasta que me da sueño, y recuerdo que por eso escribo Morellianas y camino a buscarme un café (O no está y me sigo negando a preparármelo yo).
Y en las noches, me dan ganas de escuchar Bossa Nova, y así me arrullo.
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Les dejo Meditação, composición de Tom Jobim, pero que interpretan aquí João Gilberto y Caetano Veloso. Todos ellos gigantes, que encontraron su fuego en el canto, en el piano, en la guitarra… hombres libres, que se atrevieron.
Quem… chorou, chorou
e tanto que o seu pranto ja secou.
Quem... depois voltou
ao amor ao sorriso e a flor
então tudo encontrou
pois a propria dor
revelou o caminho do amor
e a tristeza acabou.
lunes, 11 de julio de 2011
Suerte no es fortuna, ni viceversa.
No es que ya se me haya olvidado el español. Aunque quizá, esa pueda ser una verdad dolorosa y tema futuro para este espacio de verdades. Pero no, no en ésta ocasión. Hoy he estado apretando en la palma de mi mano, el mensajito que me salió a la hora del almuerzo, de las entrañas de mi 'fortune cookie', que me regalaron en la compra de mi 'comida china'.
Utilizo 'fortune cookie' porque es su nombre verdadero. Porque amistades que han vivido en ciudades en China, me dicen que tal cosa no existe allá, que los chinos se ofenden cuando les preguntan sobre las famosas galletitas. En español, la traducción para ésta excéntrica galletita es 'galleta de la fortuna'.
Pero la suerte y la fortuna no son la misma cosa.
Suerte fue la que acompañó a la Selección juvenil de México ayer, en el Estadio Azteca, para embocar 2 goles solidarios y que los disparos de los uruguayos fueran a los palos del arquero mexicano.
Pero I, mi gran amigo, siempre me dice que la suerte hay que construirla, hay que buscarla… y siempre he estado muy deacuerdo con esa máxima. Utilizo el fútbol, porque ha sido un punto muy importante para mi -y para todo el país, e incluso para aquellos que aman ese deporte- en estos días.
Además de permitirme disfrutar de fútbol en estado puro, el juego por el juego, por el corazón y no por dinero ni intereses, ver esos partidos me recordó el momento más feliz que he vivido gracias al fútbol.
Era 1998 y yo tenía 15 años. No recuerdo bien las razones, pero el partido del Mundial de Francia 98' nos agarró a mi mamá y a mi solos en la casa. Rápido nos organizamos, bajamos la televisión a la sala, nos preparamos una botanas y disfrutamos los dos como unos pingos… saltamos, nos tiramos al piso, lloramos como grandes camaradas. Fue un empate delicioso 2-2 ante la poderosísima Holanda. Ahí también hubo suerte, pero esa suerte también se trabajó con sudor.
La fortuna es otra cosa. Fortuna es tener la familia que tengo. Fortuna es O. Tesoros grandísimos, bendiciones colosales.
Fortuna es saber que mi abuela Marisa de vez en cuando puede entrar a este espacio y leerme. Fortuna es tener a mi abuelo Lalo, y a mi abue Lupita, que llaman a alguien para que les impriman estas líneas que de vez en cuando me salen correctas.
Fortuna es entender el mensaje oculto que se escondía en mi galletita: 'FIND THE ROAD TO HAPPINESS BY HELPING OTHERS'.
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Si me alejé unos días, se debe a que O se fue de viaje otra vez… pero ahora debo confesar que me costó mucho verla subirse a ese avión. Claro que me alegro, claro que la celebro. Lo que pasa es que en unos meses cumplimos 4 años de casados. Sin quererme hacer el canchero, pero ya cuentan esos años y puedo hablar 'con experiencia'. Hay temporadas de luna de miel, hay temporadas más rocosas… y O y yo veníamos muy bien, viviendo entre risas y bodas y caricias.
El primer día me costó horrores dormirme. Tanto que le peleo la cama a O, y esa mañana me di cuenta que había amanecido, obediente, quietecito y en mi lado. El de O estaba intacto. Además, no hay nadie que me haga mi café y mi huelga sigue.
El estribillo que me acompaña es de Serrat: "Hay amor, sin ti no entiendo el despertar… hay amor, sin ti mi cama es ancha…". Cuanta verdad.
Por eso, los dejo con una melodía fantástica. Una vez, un amigo español me dijo que ésta canción debería ser patrimonio del pueblo español. Yo de Ministro de Cultura, firmo la petición enseguida.
Esta versión la canta Antonio Vega… grandísimo cantante, que falleció hace poco también. Es mi preferida, y es un homenaje a muchos, pero más, a O… que la hecho mucho de menos.
Utilizo 'fortune cookie' porque es su nombre verdadero. Porque amistades que han vivido en ciudades en China, me dicen que tal cosa no existe allá, que los chinos se ofenden cuando les preguntan sobre las famosas galletitas. En español, la traducción para ésta excéntrica galletita es 'galleta de la fortuna'.
Pero la suerte y la fortuna no son la misma cosa.
Suerte fue la que acompañó a la Selección juvenil de México ayer, en el Estadio Azteca, para embocar 2 goles solidarios y que los disparos de los uruguayos fueran a los palos del arquero mexicano.
Pero I, mi gran amigo, siempre me dice que la suerte hay que construirla, hay que buscarla… y siempre he estado muy deacuerdo con esa máxima. Utilizo el fútbol, porque ha sido un punto muy importante para mi -y para todo el país, e incluso para aquellos que aman ese deporte- en estos días.
Además de permitirme disfrutar de fútbol en estado puro, el juego por el juego, por el corazón y no por dinero ni intereses, ver esos partidos me recordó el momento más feliz que he vivido gracias al fútbol.
Era 1998 y yo tenía 15 años. No recuerdo bien las razones, pero el partido del Mundial de Francia 98' nos agarró a mi mamá y a mi solos en la casa. Rápido nos organizamos, bajamos la televisión a la sala, nos preparamos una botanas y disfrutamos los dos como unos pingos… saltamos, nos tiramos al piso, lloramos como grandes camaradas. Fue un empate delicioso 2-2 ante la poderosísima Holanda. Ahí también hubo suerte, pero esa suerte también se trabajó con sudor.
La fortuna es otra cosa. Fortuna es tener la familia que tengo. Fortuna es O. Tesoros grandísimos, bendiciones colosales.
Fortuna es saber que mi abuela Marisa de vez en cuando puede entrar a este espacio y leerme. Fortuna es tener a mi abuelo Lalo, y a mi abue Lupita, que llaman a alguien para que les impriman estas líneas que de vez en cuando me salen correctas.
Fortuna es entender el mensaje oculto que se escondía en mi galletita: 'FIND THE ROAD TO HAPPINESS BY HELPING OTHERS'.
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Si me alejé unos días, se debe a que O se fue de viaje otra vez… pero ahora debo confesar que me costó mucho verla subirse a ese avión. Claro que me alegro, claro que la celebro. Lo que pasa es que en unos meses cumplimos 4 años de casados. Sin quererme hacer el canchero, pero ya cuentan esos años y puedo hablar 'con experiencia'. Hay temporadas de luna de miel, hay temporadas más rocosas… y O y yo veníamos muy bien, viviendo entre risas y bodas y caricias.
El primer día me costó horrores dormirme. Tanto que le peleo la cama a O, y esa mañana me di cuenta que había amanecido, obediente, quietecito y en mi lado. El de O estaba intacto. Además, no hay nadie que me haga mi café y mi huelga sigue.
El estribillo que me acompaña es de Serrat: "Hay amor, sin ti no entiendo el despertar… hay amor, sin ti mi cama es ancha…". Cuanta verdad.
Por eso, los dejo con una melodía fantástica. Una vez, un amigo español me dijo que ésta canción debería ser patrimonio del pueblo español. Yo de Ministro de Cultura, firmo la petición enseguida.
Esta versión la canta Antonio Vega… grandísimo cantante, que falleció hace poco también. Es mi preferida, y es un homenaje a muchos, pero más, a O… que la hecho mucho de menos.
martes, 5 de julio de 2011
Costumbres
Soy un ávido lector de biografías. Aunque, de ser posible, prefiero las autobiografías.
Si no las hay, busco las biografías a varias plumas, varias voces, plurales, o muy cercanas a la persona insigne, si no… me fijo muy bien en el periodista, o en el historiador o investigador que la escriben.
Recuerdo que cuando era muy joven las procuraba mucho... entre las que leí, recuerdo varias muy importantes para mí: Maquiavelo, Hemingway, Chopin, Edgar Allan Poe, Hitler, Stalin, Julio César, Pancho Villa, Octavio Paz, Mozart, Julio Verne, Einstein… entre varias otras. Es una pasión muy grande, que todavía conservo y trato de engrosar.
Hace un par de años, fui con O a México, al cumpleaños de mi papá. Yo llevaba para darle de regalo una biografía de Vince Lombardi, una figura importante para él.
El mítico entrenador de fútbol americano, es artífice de frases emotivas, electrizantes, muy utilizadas por los americanos para la motivación en la cultura del deportes y… en el ámbito empresarial, profesional. Mi papá tiene en su oficina varios afiches que Dany (sobre todo ella) Juan y yo le preparamos en alguno de sus cumpleaños.
Ese día en el restaurante, yo le entregué a mi papá el libro, gordo, claramente utilizado, envuelto en papel periódico (creo) y la cara de él y de otras personas denostaba una mezcla de sorpresa y decepción.
En cualquier regalo siempre hay detrás una historia. Mucho más en un libro.
Si ese libro estaba tan gastado, tan maltratado, era porque lo leí apasionadamente, varias veces… y en cada palabras, cada página me acompañaba mi papá, su cara, su sonrisa, su furia, su energía… yo no me sentí mal… yo le entregué a él lo mejor que tenía, un pedazo de algo que sin él saberlo habíamos formado los dos. Me gustaba sobre todo mirar la foto de la portada, pues será que no lo veo tanto, pero en las facciones de Lombardi encontraba las de mi padre, al menos su sonrisa, su mirada...
Además está el título: 'When Pride Still Mattered' (algo así como 'Cuando el orgullo aún importaba') que me hacía también pensar muchísimo en él...
Luego de unas semanas tan singulares, de tanta confusión… volví al gran Nelson Mandela.
Curiosamente, el 18 de este mes, en tan solo unos días cumple años… 94 si no me falla. Me encanta esta autobiografía, titulada "Long walk to freedom". Un texto tan honesto (incluso en temas difíciles para Mandela, como la familia, sus matrimonios, etc…) y en tiempos difíciles recurro a ella para tener ejemplos, palabras, imágenes… para tatuarme en la cabeza que las dificultades de uno son una tontería, y que hay gente que aguantó de verdad, y que pese a todo impusieron su voluntad y cambiaron la vida de millones, de países, de naciones…
Recuerdo en algún salón de dominó en Ciudad de México. Conocí a un genio perdido por las drogas, fuentes verídicas indicaban que él se carteaba con Mandela en los 80's… le invité unas cubas junto a M y nos contó historias curiosísimas…
También está O. Como siempre. Ahí para hacer su magia. El otro día caminó como niñita, escondiendo las manos detrás de su espalda baja, pero se veía a leguas que algo traía -literalmente- entre manos. Era un sobre blanco. Me dijo que tenía un regalo para mí y me dio un beso.
El regalo era una linda tarjetita de Valentines Day (me dijo que no le hiciera caso a eso) y que lee en su portada:
I LOVE U
more than
CHOCOLATE
dipped in
CHOCOLATE
with
CHOCOLATE
drizzled on top…
(lo que dice dentro no lo puedo decir, es uno de esos códigos que existen en el amor y en las tarjetas, y yo me tomo eso muy en serio…)
Yo sé que a ella no le gusta el chocolate. Ella es más bien de fresa. Pero me derritió…
--------------------
Y ahora en la parte musical, me salgo mucho de los temas que traté en esta entrada… pero, como dato curioso: O y yo fuimos a otra boda este fin de semana, de dos lindas personas también. Después de horas de alcohol, ya en el 'after party' en casa de un amigo de L, estábamos la familia cercana de la novia (L), ella y el ahora esposo, Rossy, Cristy, O y dos amigos escoceses, de Edimburgo.
Pero L, Rossy y sobre todo el papá de L y yo estábamos con ganas de cantar canciones mexicanas… y quién mejor que Juan Gabriel. Con sombreros 'mexicanos' entonamos 'Costumbres' y fue una de las que mejor nos salió el sábado por la noche y en honor a eso, aquí está:
Háblame de ti
Cuéntame de tu vida...
martes, 28 de junio de 2011
Lo que el viento nunca se llevó...
Arriba todos
es un día de sol...
Siento como si despertase de un largo sueño. Creo que viví los últimos días como en standby, como en automático... no era yo, no era nada. Mis ojos veían, mis pulmones se llenaban de aire.
la sensación de estar colgado de un avión
que está a un segundo de arribar
que está a un segundo de estrellar
que es un milagro despertar
saber que nada es para siempre y hoy...
desafiar a las leyes de la gravedad
Dormí en mi cama. Conduje mi coche. No falté (ni llegué tarde) al trabajo.
cuando el mundo se pone oscuro
se pone lento, todo mal
por el mundo, yo no me dejo desanimar
preferiría amarte y no pensar
siempre entre tus piernas quiero más
amar, amar, amar, amar
Shostakovich fue quien me despertó, y eso es rarísimo... por lo general el viejo Dmitri me hace entrar en trances (¿no les ocurre?). Me adentré en su música, camino al trabajo, la radio tocó su 'Sinfonía No. 5', el primer y el segundo movimiento. Y de la nada comenenzé a pensar que algunos detalles, algunos movimientos melódicos se me parecían a la 'Novena de Mahler'.
Me gustó, me sentí contento. Aplaudí en el volante. Y me supe felíz, recordé a O hablando ayer con una amiga suya por teléfono, acostada en la cama, le confesaba que me respataba y se sentía orgullosa del buen profesional que yo era, de 'mi capacidad de análisis', etc...
No alcanzarán las palabras del mundo para agradecer a O todo lo que me da, todos los días, todos los minutos... es tanto, tanto.
El domingo fuimos a la Iglesia. Tomados de la mano entramos al templo y nos sentamos juntos, abrazados. Hacía mucho que no iba (Yo tengo mis métodos, rezo mucho, a mi modo) y si he de confesar, me costó enfocarme, me costó estar en paz... lo único que me venía a la cabeza al comienzo de la misa, era el descenso de River Plate, y el capítulo de histeria colectiva que acababa de ver en la televisión. No soy de River, pero ver a algo tan grande caer, es algo inaudito.
Disfruté la misa... en verdad que si. Respiré hondo, hondo, hondo. No presté atención a muchos detalles que siempre me molestan de las misas. Me dediqué a escuchar, a respirar.
Y así fui feliz, y sigo estándolo. No dejo de cantar a Fito, porque lo que el viento nunca se llevó... fue el amor.
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Lo que el viento nunca se llevó... del maestro Fito Páez.
es un día de sol...
Siento como si despertase de un largo sueño. Creo que viví los últimos días como en standby, como en automático... no era yo, no era nada. Mis ojos veían, mis pulmones se llenaban de aire.
la sensación de estar colgado de un avión
que está a un segundo de arribar
que está a un segundo de estrellar
que es un milagro despertar
saber que nada es para siempre y hoy...
desafiar a las leyes de la gravedad
Dormí en mi cama. Conduje mi coche. No falté (ni llegué tarde) al trabajo.
cuando el mundo se pone oscuro
se pone lento, todo mal
por el mundo, yo no me dejo desanimar
preferiría amarte y no pensar
siempre entre tus piernas quiero más
amar, amar, amar, amar
Shostakovich fue quien me despertó, y eso es rarísimo... por lo general el viejo Dmitri me hace entrar en trances (¿no les ocurre?). Me adentré en su música, camino al trabajo, la radio tocó su 'Sinfonía No. 5', el primer y el segundo movimiento. Y de la nada comenenzé a pensar que algunos detalles, algunos movimientos melódicos se me parecían a la 'Novena de Mahler'.
Me gustó, me sentí contento. Aplaudí en el volante. Y me supe felíz, recordé a O hablando ayer con una amiga suya por teléfono, acostada en la cama, le confesaba que me respataba y se sentía orgullosa del buen profesional que yo era, de 'mi capacidad de análisis', etc...
No alcanzarán las palabras del mundo para agradecer a O todo lo que me da, todos los días, todos los minutos... es tanto, tanto.
El domingo fuimos a la Iglesia. Tomados de la mano entramos al templo y nos sentamos juntos, abrazados. Hacía mucho que no iba (Yo tengo mis métodos, rezo mucho, a mi modo) y si he de confesar, me costó enfocarme, me costó estar en paz... lo único que me venía a la cabeza al comienzo de la misa, era el descenso de River Plate, y el capítulo de histeria colectiva que acababa de ver en la televisión. No soy de River, pero ver a algo tan grande caer, es algo inaudito.
Disfruté la misa... en verdad que si. Respiré hondo, hondo, hondo. No presté atención a muchos detalles que siempre me molestan de las misas. Me dediqué a escuchar, a respirar.
Y así fui feliz, y sigo estándolo. No dejo de cantar a Fito, porque lo que el viento nunca se llevó... fue el amor.
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Lo que el viento nunca se llevó... del maestro Fito Páez.
viernes, 24 de junio de 2011
Ay de ti, Ay de mi...
"Estoy desconcertado todavía… amanecí muy sensible….". Ya me lo había dicho por teléfono, y me respondió lo mismo por escrito. Juan cumplió 30.
Yo me río, porque lo escucho y me veo a mí, mirando dibujos del gran Egon. (Cuando me siento realmente mal, miro compulsivamente cuadros de Egon Schiele, mi 'pintor' favorito.)
Mentí. Si creyese en manipulaciones, si pudiese mentir, borraría el 'post' pasado, Rach2. Pero eso nunca pasará.
Lo borraría porque no me hace ningún sentido. Porque en la boda de mi amigo me enternecí tanto. Porque no dejo de pensar en Juan, y aunque tenga 30 le viene lo mejor de la vida.
La vida puede cambiar tanto en tan sólo una semana. Si bien terminé el libro de Semprún, no me lo saco de la cabeza, y eso siempre es malo.
Llevo días pensando en mi infancia, en que me hubiese gustado estudiar piano, o violín. Que alguien me hubiera enseñado que existen otras tantas cosas. (Si eso hubiese pasado, la vida no tendría el mismo sazón) Espasmos de memoria. Mis hermanos llorando, jugando. Mis padres jóvenes, en una eterna fiesta enloquecida.
Hablé de esto con mi madre, y ella, curiosamente, esta semana ha pensado mucho en aquellas épocas. Me mira. Yo la miro. Sonreímos. Lloramos.
No se equivoque, querido lector. Mis padres son mis padres porque así tenía que ser, y son los mejores padres que pude elegir. Me dieron todo. Me siguen dando todo.
Lo que pasa es que uno tiene instintos darwinianos, de Neanderthal incomprendido.
Cuando uno deja de ver constantemente a sus padres por varios años, sus imágenes se vuelven de culto pagano, de pequeños dioses, figurillas de terracota, a los que uno recurre cuando las cosas no salen, cuando ni en la más sórdida de la soledades hay refugio.
Faltará mucho tiempo, muchísimo, para que entren al cielo íntimo que uno, cuando pasan los años, tiene que irse construyendo.
La diferencia entre ese cielo y las figurillas terrosas de semidioses, es que a los últimos todavía podemos adorarlos en vida… se compra un boleto de avión y ya está, o si apremia muchísimo uno marca un teléfono, o enciende la laptop y los verá, los escuchará.
En el cielo personal, solo existen los recuerdos. Las imágenes, los recuerdos de sonidos, de pasos, de respiraciones. Ahí solito, vive mi abue, mi Chapis. Casi siempre cuando juego al oráculo y lo consulto, aparece caminando conmigo de la mano por Chapultepec. Yo con una gorra de pequeños cuernitos rojos, él llamándome 'diablillo' y contándome sobre los Niños Héroes y su gloria llena de sangre, de los pomposos Maximiliano y Carlota.
En fin… qué se yo de bodas. Qué se yo de personas. En plena fiesta viendo bailar a los novios, caí en cuenta que en estos años he aprendido a disfrutar el espectáculo que es poder presenciar, poder ver la infinita posibilidad de vidas que las personas eligen vivir. Esa es la magia.
Como magia es saber que uno siempre puede dar un golpe de timón y cambiar el rumbo de la vida de uno. Eso sí. Que O siempre siga a mi lado. Eso no lo cambio. Eso no está en juego.
Recuerdo las palabras del Gabo, en 'El amor en los tiempos del cólera': "Le enseñó lo único que tenía que aprender para el amor: que a la vida no la enseña nadie."
Amén.
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No podía caer mejor esta cancioncita. Del maestro Luis Eduardo Aute, 'Ay de ti, Ay de mi'.
viernes, 17 de junio de 2011
Rach 2
No más encendía el coche y la radio nos regaló el Concierto para Piano No. 2 de Rachmaninoff. Yo ya tenía la cabeza saturada.
O también me sorprendió y me preguntó: ese es Rachmaninoff, no?
Yo me reí, y me adelanté a decirle: Sergei Vasilievich; pero ella terminó de pronunciar el 'ich' y completando a dúo el Rachmaninoff.
Yo me siento tonto. Ella cree que es un 'great achievement' conocer el nombre completo de Rachmaninoff. Yo solo pienso que eso no vale un comino… que si yo le enseñé eso, ella me enseñó a ver del otro lado del espejo, a reír sin miedo...
No sé quién lo dijo, y perdónenme si me lo estoy inventando acá, pero creo haber escuchado o leído que existen en el mundo dos tipos de personas, las que prefieren el Rach 2 y aquellas que gustan del Rach 3.
La radio tocaba el Rach 2 y resulta que yo soy un loco perdido enajenado de esa pieza. Y me la sé nota a nota, y hasta distingo sin esfuerzo quién la interpreta, si es Kissin, o Lang Lang, o Rubinstein, o Vladimir Ashkenazy y por supuesto (la más fácil) si es el mismo Sergei.
Salíamos del 'rehearsal dinner' de nuestros queridos amigos que se casan mañana. Yo ya venía meditabundo desde temprano en la tarde… cuando recordé que yo no conocía ni al 90% de las personas que fueron a mi boda… que ni siquiera me acuerdo dónde fue, que ni siquiera sé dónde es el lugar en que me casé…
Y a aquel que lea esto y esté pensando 'a este tipo lo que le urgía era subirse al altar'. La respuesta es No… yo ni siquiera creo en el matrimonio, como no creo en muchas otras cosas…
Creo que hay personas que nacieron para ser futbolistas, otras que nacieron para tocar el piano (tocar el Rach 2), otras para ser médicos, abogados, sacerdotes… y en esa misma línea aquellos que de verdad nacieron para casarse.
En mi pequeña oficina todos somos hijos de padres divorciados. Yo creo en el amor, creo en la fe de uno mismo, la fe a algo más grande que siempre te acompaña. Yo nunca dudé en casarme, y lo hice feliz… Mi boda fue una linda boda, y miro las fotos con nostalgia y cariño. Yo me casé el día que le dije a O que la quería para siempre. Me volví a casar cuando me mandé mudar y aterrizé a sus pies, con dos maletas. Yo creo en mí, y creo en O, si a eso hay que ponerle un sacerdote de frente pues me caso y ya está.
Las palabras de mi abuela Marisa (siempre sabia) me ayudan a darme a entender acerca de mi teorema de que no todos deben casarse. Cuando me casé, ella me dijo: 'Hijo, recuerda que el matrimonio es como una planta, lo tienes que cuidar todos los días… le tienes que dar su alimento, protegerlo… la plantita se va a querer morir algún día, pero tú no la dejarás… estar casado es un trabajo a tiempo completo'. Quién se anima?, quién se atreve a desmentir?
Bueno. La boda de mi amigo se cruza con noticias familiares, de las cuáles será mejor que hablemos en otra ocasión. Pero al parecer habrá mucha pachanga.
Qué si yo nací para casarme? No lo sé, supongo que la planta sigue muy viva y uno procura todos los días mantenerla y no sólo eso… sino hacerla crecer, que al final tengamos un jardín, una floresta.
Por lo pronto, es viernes en la noche, yo no he visto a O, pero riego la plantita desde la distancia… En horabuena a aquellos que buscan y encuentran a la elegida.
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No creo que haya mucho que dudar… hoy nos vamos con Sergei interpretándose a él mismo, una grabación que me enloquece y que la falta de haigh definition, los ecos, los zumbidos de una grabación tan antigua… creo, le dan un plus. Disfruten el primer movimiento del Rach 2. (Cuando yo lo escucho, me imagino legiones de soldados, veo la historia del Siglo XX pasar ante mis ojos…)
martes, 14 de junio de 2011
Viviré con su nombre, morirá con el mío
Era la hora sagrada de la lectura. Yo estaba muy entretenido con Turgenev (cómo no estarlo). O leía solemnemente The Economist.
De pronto O chilló molesta. Me dijo que le había clavado las uñas. Yo tengo esa manía (entre muchas otras), y sin darme cuenta clavo mis uñas en cualquier piel, como gato. Me preguntó con ojos de franqueza que por qué me gustaba hacerle daño. Que ma había pedido mil veces que no la pellizque.
La primera pregunta me trastocó. No puedo jugar al inocente, muchas veces me doy cuenta que le estoy encajando las uñas.
¿Por qué me gusta hacerle daño? Pensé en los niños que esperan a que los padres se den vuelta para picarle los ojos a los indefensos cachorritos, halarle las orejas al pobre conejo blanco.
Pensé en Semprún. El mundo perdió recién en estos días al gran escritor español, ensayista... hombre de Estado, sobreviviente de Buchenwald, uno de los campos de concentración más perversos de la Segunda Guerra Mundial.
El primer libro que leí de Semprún, fue regalo del Chapul en mi Luna de Miel, y fue mi lectura en esas semanas.
Semprún narra en 'Viviré con su nombre, morirá con el mío' cómo un sargento de la SS lo mira con "La inimitable sonrisa de la humana alegría de hacer el mal".
Es un libro fantástico, desgarrador. Semprún vuelve a los días en que estuvo conviviendo con un joven moribundo, del cuál él iba a tomar su nombre y su identidad para sobrevivir a Buchenwald.
Ofreciéndole sucio tabaco ruso, y recitando a Rimbaud, Semprún entretiene a 'su' moribundo y lo acompaña hasta el día en que muere y él toma su nombre.
¿Por qué yo aveces hago daño? No lo sé, supongo que porque al igual que los niños, al igual que Semprún, se debe a la humana alegría de hacer el mal...
Qué bueno que solo pellizco. Qué bueno que todavía no engaño, que el daño aún no es permanente... ese daño irreversible es el que no se perdona, el que deja huella de verdad.
-----------------------
Los dejo con el maestro Sabina, con Y Sin Embargo, una canción y una interpretación que me hace reflexionar sobre eso de hacer daño. Que las campanas me doblen, si te falto alguna vez...
De pronto O chilló molesta. Me dijo que le había clavado las uñas. Yo tengo esa manía (entre muchas otras), y sin darme cuenta clavo mis uñas en cualquier piel, como gato. Me preguntó con ojos de franqueza que por qué me gustaba hacerle daño. Que ma había pedido mil veces que no la pellizque.
La primera pregunta me trastocó. No puedo jugar al inocente, muchas veces me doy cuenta que le estoy encajando las uñas.
¿Por qué me gusta hacerle daño? Pensé en los niños que esperan a que los padres se den vuelta para picarle los ojos a los indefensos cachorritos, halarle las orejas al pobre conejo blanco.
Pensé en Semprún. El mundo perdió recién en estos días al gran escritor español, ensayista... hombre de Estado, sobreviviente de Buchenwald, uno de los campos de concentración más perversos de la Segunda Guerra Mundial.
El primer libro que leí de Semprún, fue regalo del Chapul en mi Luna de Miel, y fue mi lectura en esas semanas.
Semprún narra en 'Viviré con su nombre, morirá con el mío' cómo un sargento de la SS lo mira con "La inimitable sonrisa de la humana alegría de hacer el mal".
Es un libro fantástico, desgarrador. Semprún vuelve a los días en que estuvo conviviendo con un joven moribundo, del cuál él iba a tomar su nombre y su identidad para sobrevivir a Buchenwald.
Ofreciéndole sucio tabaco ruso, y recitando a Rimbaud, Semprún entretiene a 'su' moribundo y lo acompaña hasta el día en que muere y él toma su nombre.
¿Por qué yo aveces hago daño? No lo sé, supongo que porque al igual que los niños, al igual que Semprún, se debe a la humana alegría de hacer el mal...
Qué bueno que solo pellizco. Qué bueno que todavía no engaño, que el daño aún no es permanente... ese daño irreversible es el que no se perdona, el que deja huella de verdad.
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Los dejo con el maestro Sabina, con Y Sin Embargo, una canción y una interpretación que me hace reflexionar sobre eso de hacer daño. Que las campanas me doblen, si te falto alguna vez...
sábado, 11 de junio de 2011
Fantasmas de pies pequeños
Hubo una época en que no existió O. Eran los días en que yo soñaba que me enamoraba de una chica llamada 'María', a la que yo le dedicaba todos mis poemas. Eran los días en que yo me veía viviendo en una isla, una isla multiforme, mutante a cada día… aveces esa isla era una especie de Cuba, ora Córcega, o las islas británicas… incluso a veces Australia.
Eran los días, según rememoran Iván y Edgar, en que yo usaba mis chamarras estilo 'Monsiváis', tomábamos y comíamos cafés y panecillos comunales, y dábamos largos paseos por las calles de Coyoacán, San Ángel, Chimalistac comiendo tortas de queso, hablando de Jean Val Jean, de Astor Piazolla, de Glenn Gould y si sobraba algo, tiempo ó dinero, nos íbamos al cine a ver una peli extranjera.
Fue el tiempo de lindos fantasmas de pies pequeños. Aveces tiernos, aveces demoniacos. Fue a esos lindos fantasmas a los que les escribí muchos poemas, cuentos, reflexiones. Cosa que siempre me reprocho, por que recuerdo que eran escritos interesantes.
Revisaba ya antes de dormir, con el afán de cumplir con mi palabra de transcribir poesías mías en este espacio, mis pequeñas libretas. Y de pronto escuché la voz y la guitarra de Silvio, interpretaba Casiopea, una melodía que me trajo uno de los recuerdos más lindos que me dejó uno de aquellos fantasmas de pies pequeños…
Ella se paró encima de mis pies, y me besó… durante el largo beso se agarró fuerte de mi cuello, cuando existió una pausa y sus labios liberaron los míos por un microsegundo yo le dije que se agarrara fuerte y me puse a caminar por esa calle que amo, con el pequeño fantasma de pies pequeños encima de mis pies... besándome. Así recorrimos toda la calle… los coches se paraban, la gente nos miraba… cuánta envidia puede causar los amores de juventud.
Ya no creo que pase, pero en mi primera juventud todavía los señores, las ancianas reprochaban en público los besos adolescentes.
Cuando abrí lo ojos ya Silvio terminaba de tocar y de cantar. Y yo encontré en mi libreta un poema del gran Mario Benedetti, que me encanta y que dice tantas y tantas cosas:
Estados de ánimo
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
Los dejo ahora con Casiopea, de Silvio, una de mis canciones de cuando soñaba y caminaba con fantasmas. Ahora vivo en una Isla que es ninguna y es todas las demás islas, y O no es 'María', es mejor...
Eran los días, según rememoran Iván y Edgar, en que yo usaba mis chamarras estilo 'Monsiváis', tomábamos y comíamos cafés y panecillos comunales, y dábamos largos paseos por las calles de Coyoacán, San Ángel, Chimalistac comiendo tortas de queso, hablando de Jean Val Jean, de Astor Piazolla, de Glenn Gould y si sobraba algo, tiempo ó dinero, nos íbamos al cine a ver una peli extranjera.
Fue el tiempo de lindos fantasmas de pies pequeños. Aveces tiernos, aveces demoniacos. Fue a esos lindos fantasmas a los que les escribí muchos poemas, cuentos, reflexiones. Cosa que siempre me reprocho, por que recuerdo que eran escritos interesantes.
Revisaba ya antes de dormir, con el afán de cumplir con mi palabra de transcribir poesías mías en este espacio, mis pequeñas libretas. Y de pronto escuché la voz y la guitarra de Silvio, interpretaba Casiopea, una melodía que me trajo uno de los recuerdos más lindos que me dejó uno de aquellos fantasmas de pies pequeños…
Ella se paró encima de mis pies, y me besó… durante el largo beso se agarró fuerte de mi cuello, cuando existió una pausa y sus labios liberaron los míos por un microsegundo yo le dije que se agarrara fuerte y me puse a caminar por esa calle que amo, con el pequeño fantasma de pies pequeños encima de mis pies... besándome. Así recorrimos toda la calle… los coches se paraban, la gente nos miraba… cuánta envidia puede causar los amores de juventud.
Ya no creo que pase, pero en mi primera juventud todavía los señores, las ancianas reprochaban en público los besos adolescentes.
Cuando abrí lo ojos ya Silvio terminaba de tocar y de cantar. Y yo encontré en mi libreta un poema del gran Mario Benedetti, que me encanta y que dice tantas y tantas cosas:
Estados de ánimo
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
Los dejo ahora con Casiopea, de Silvio, una de mis canciones de cuando soñaba y caminaba con fantasmas. Ahora vivo en una Isla que es ninguna y es todas las demás islas, y O no es 'María', es mejor...
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